Los más rezagados tuvieron que hacer cola este lunes para no quedarse sin hornazo en su Lunes de Aguas.
Algunas pastelerías del centro reflejaban esta situación pasado el mediodía, sobre todo en la que aún no se habían agotado, porque en otras no había ya posibilidad de llevarse uno a casa.
La espera a la puerta de los establecimientos a buen seguro que les merecerá la pena.