El ‘gilismo’ llega a Salamanca

Todavía tenemos en la retina la gran obra de Jesús Gil, uno de los empresarios y alcaldes más corruptos que ha tenido España, en su ‘querida’ Marbella. Ese enorme letrero que anuncia la llegada a la ciudad de la Costa del Sol que se ha convertido en una oda a la horterada.

Pues, bien. El ‘gilismo’ está a punto de llegar a Salamanca si Patrimonio no lo impide.

La Concejalía de Turismo con su concejal de Tabernas, Fernando Castaño, al frente se han creído que Salamanca lo aguanta todo incluso sus ideas ñoñas e infantiles, que atentan contra la belleza de la ciudad.

La última ocurrencia, porque a eso no se le puede llamar idea, que ha tenido el concejal de Tabernas, con el beneplácito del equipo del Gobierno del PP que lo tiene contratado, es poner un pegote, porque a eso no se le puede llamar arte, por Salamanca para atraer a los turistas. Por favor, que Patrimonio pare esta locura, Fernando Castaño quiere marcarse un Jesús Gil en toda regla y colocar las letras de Salamanca, con corazón en medio, en la zona monumental de la ciudad. Una línea que hasta ahora nadie se había atrevido a cruzar. Ni siquiera cuando se quiso construir un parking subterráneo al lado de la Plaza Mayor.

El concejal de Tabernas está absolutamente desatado y todavía nos queda un año de sufrirlo en el Ayuntamiento de Salamanca.

A los turistas que vienen a Salamanca le interesa hacerse fotografías ante las catedrales, el Puente Romano, la Plaza Mayor, la Casa de las Conchas o la calle Compañía, no ante un trasto que distorsiona la postal de Salamanca.

La intención es ubicar estas letras en la ribera del río. El proyecto cuenta con unas medidas de 10 metros de largo, mientras que la altura máxima es de 2,93 metros. El arco de la M se ha fijado a 1,93 metros para que los visitantes puedan fotografiarse debajo de ella.

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