De cara al próximo invierno, el Gobierno trabaja en la manera de ahorrar energía, en vista de la carestía que se prevé. Entre otras acciones, el Ejecutivo pedirá a la población que baje la calefacción, use menos el coche o conduzca a menos velocidad.
Como el resto de la UE, España trata de prepararse para un próximo invierno en el que se prevé escasez energética. Esto vendrá motivado, bien por cortes de suministros de Rusia, bien por que desde la UE definitivamente se deje de comprar a dicho proveedor. En vista de la situación, el Gobierno español para reducir el consumo energético. Inicialmente consistirá en una implantación obligatoria en la Administración General del Estado así como una serie de recomendaciones a la ciudadanía. Entre otras cosas, se pedirá bajar la temperatura de la calefacción, evitar el uso del coche, compartirlo, conducir a menor velocidad u optar por el transporte público.
Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, ha explicado este lunes algunas de las medidas en una entrevista en TVE. Este plan de ahorro “para reducir el consumo” empezará este verano por un menor uso del coche. Posteriormente, de cara al próximo invierno, se debería emplear menos energía, especialmente la dedicada a calefacción.
Asimismo, Ribera no ha confirmado que el Gobierno esté en condiciones de aprobar este martes el decreto que limitará el precio del gas a 50€/MWh como máximo y a lo largo del próximo año. En estos momentos, según ha indicado la ministra, España está trabajando con Portugal y la Comisión Europea en cuestiones “técnicas”. “Cuanto antes, si llegamos a tiempo de mañana, mañana. Y, si no, inmediatamente después, tan pronto como tengamos todos los elementos técnicos y lo autorice la Comisión”, ha explicado Ribera.
Sin embargo, el primer ministro portugués, Antonio Costa, ha confirmado horas después que “hoy mismo por la mañana, la Comisión Europea dio luz verde a la propuesta portuguesa y española para evitar la contaminación del precio de la electricidad por la subida del gas”. Este proceso lleva ya una demora de casi un mes y medio desde que el Consejo Europeo reconoció la “excepcionalidad ibérica”.