La Junta baja impuestos por un lado y Sanidad pide más dinero al Gobierno por otro

El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, reivindicó este jueves un nuevo sistema de financiación autonómica y consideró que ha llegado el momento de que el Gobierno de la nación “tome cartas en el asunto” y pondere adecuadamente los factores de extensión territorial, dispersión, baja densidad, envejecimiento y carga de cronicidad de la población. “La salud no tiene precio, pero la asistencia sanitaria necesita de grandes cantidades de recursos públicos”, y en esto la Junta no puede avanzar sola. Vázquez realizó estas declaraciones semanas después de que la Junta anunciara una rebaja fiscal y presumiera de los 192 millones que se ahorran en el impuesto de donaciones las economías saneadas de la Comunidad.

Ical.- Vázquez, que este jueves expuso sus compromisos de legislatura ante la Comisión de Sanidad de las Cortes de Castilla y León, insistió en que con el actual sistema de financiación autonómica “es muy difícil” garantizar la calidad y la equidad, y llevar la asistencia exigida “hasta el último rincón” de la Comunidad, “sin poner en serio riesgo, año tras año, las cuentas” de la Junta.

Para el consejero, este sistema de financiación debe otorgar mucho más peso a la variable dispersión frente al 0,6 por ciento que contempla el sistema vigente, y mayor ponderación a la superficie en el cálculo de la población ajustada, para aproximar mejor las necesidades de financiación. “En definitiva, una nueva financiación autonómica justa, solidaria y acorde con el coste real de la prestación”.

Vázquez se comprometió a trabajar con lealtad con el Gobierno de España, pero también “con firmeza”, para que el nuevo modelo “no castigue a Castilla y León, asegure el principio básico de suficiencia financiera”.

20 años de transferencias

En su intervención, el consejero recordó que ahora se cumplen 20 años de la transferencia de las competencias en materia sanitaria, en los que se ha avanzado en prestación y tecnología, y llevado a cabo una ingente actividad asistencial en los centros sanitarios. En concreto, en Atención Primaria se han realizado más de 300 millones de consultas médicas, casi 200 de millones de consultas de enfermería y más de 40 millones de consultas de atención continuada. Mientras, en el hospitalario se han realizado casi 4,8 millones de intervenciones quirúrgicas, casi 80 millones de consultas y se han atendido casi 19 millones de urgencias.

Precisó que COVID-19 lo ha puesto a prueba y también ha demostrado “la importancia de contar con servicios sanitarios modernos, eficientes y suficientemente dotados que permitan afrontar con éxito los retos que nos depare el futuro”.

En todo caso, consideró que el balance de estos 20 años es muy positivo, ya que Castilla y León es una de las comunidades con mayor esperanza de vida al nacer de España, 82,5 años, cifra superior a la media nacional; la Comunidad registra una de las tasas de mortalidad general más bajas de España, solo por detrás de Madrid y Navarra, y también de mortalidad ajustada por edad por cáncer.

Además, el grado de satisfacción de los ciudadanos con el funcionamiento del sistema llega casi a siete puntos; y el personal al servicio del Sistema Público de Salud se ha visto incrementado cerca de un 20 por ciento, y gracias a su desempeño la sanidad es mejor.

A ello añadió que desde la Junta se ha mantenido siempre a la sanidad como una prioridad, con dotaciones que han ido incrementando a lo largo de estos años y se han reforzado desde la declaración de la pandemia ocasionada por el COVID-19. Así, recordó que desde 2002 el presupuesto destinado a sanidad se ha doblado pasando de los poco más de 2.170 millones de euros a los 4.317 millones de 2021, lo que arroja un incremento de más de 2.000 millones de euros.

También, precisó que, según los últimos datos publicados de la Estadística de Gasto Sanitario Público 2020, Castilla y León se sitúa en el grupo de cabeza de las comunidades con mayor gasto público sanitario por habitante. En concreto, logra el tercer puesto, después de Asturias y País Vasco, con 1.863 euros por habitante, por encima de la media nacional que se encuentra en 1.638 euros.