Las previsiones indicaban que este sábado sería casi infernal en Salamanca, y finalmente ha sido más llevadero de lo esperado.
El día ha estado nublado, y eso elimina gran parte de la sensación de bochorno, aunque los termómetros superaron los 30 grados en casi toda la provincia.
Este domingo las máximas bajan diez grados, y cinco la mínima nocturna, aunque el descenso será continuado a lo largo de la semana, sobre todo el marte, cuando será un día más fresco.
Las mínimas seguirán estables en torno a los 10 grados, pero las máximas volverán a ser de 30 grados el viernes, según las previsiones de la Aemet para la ciudad del Tormes.