La utilidad del GPS para viajar o localizar una calle desconocida es indudable. Pero hay ocasiones en las que no afinan bien la puntería y ocurre lo que le sucede a algunos turistas que visitan Salamanca.
Cuando se dirigen hacia el Huerto de Calisto y Melibea por la calle Gibraltar, en lugar de atravesar el Patio Chico y, al doblar la esquina, bajar directos a la entrada principal, si siguen las instrucciones de algunos GPS acaban en otra parte.
Concretamente, los dirige hacia la puerta de atrás del parque, que da al patio de las viviendas que hay en el Patio Chico.
En lugar de bordear ese edificio, los hace seguir de frente y acaban desorientados en el patio de las viviendas, recurriendo entonces a lo de siempre, preguntar al primero que pasa para ubicarse de nuevo y localizar su destino, que está ala vuelta de la esquina.
1 comentario en «Encerrona a los turistas»
La verdadera encerrona, es llegar la famosa Plaza Mayor y tenerla ocupada con casetas y otros artilugios y no poder verla en condiciones. La verdadera encerrona sigue por sus calles céntricas, llenas de restaurantes al aire libre, unos al lado de otros, con toldos que quitan visión y donde se transita entre mamparas, cual animales. No se puede disfrutar de la ciudad, es como si se estuviera en un mercadillo. Otra verdadera encerrona sigue en la plaza de Anaya, donde al pie de la catedral sigue la famosa valla de madera desde hace ya muchos años, o también cuando se nos ocurre poner un toldo horrendo ocupando todo el medio de la plaza, para la exposición/dinero de turno. Lo del centro de visitantes mejor lo dejamos para otro día, lo de los aseos públicos también para otro día y la de la falsa mendicidad consentida, también para otro día.