Las llamadas ‘peonadas’ consistentes en abrir los quirófanos de la sanidad pública por las tardes, para aumentar la actividad quirúrgica para combatir las listas de espera es una medida que ya se ponía en marcha en los años 90 y treinta años después, seguimos sin solucionar el problema en la sanidad pública.
Su atasco es necesario para que siga habiendo fugas de pacientes a la privada, hartos de las esperas, donde, curiosamente, se encuentran a los mismos médicos de la púbicas, en su mayoría. Y también, necesario para que la sanidad pública derive pruebas y operaciones a la privada. El negocio es el negocio.
Esas peonadas (cada médico que opere por la tarde cobrará 450 euros por tarde, 300 las enfermeras y 90 el resto) y los conciertos con la privada son medidas «puntuales» que pueden reducir estas listas «en un pequeño porcentaje de forma temporal, pero mientras no se haga una planificación global, que permita establecer los recursos humanos y organizativos necesarios no se controlarán las listas de espera», indica la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Salamanca (ADSP), integrada por profesionales sanitarios.
Esta organización, que se ha sumado a la marea blanca del 19 de junio, señala que «la falta de profesionales sanitarios unido a una mala organización hospitalaria ha provocado las largas listas de espera existentes en la actualidad».
Afirma que «actualmente, la atención primaria esta sobresaturada. La falta de sanitarios hace que la acumulación de las bajas y las jubilaciones sea la norma, lo que está llevando a los médicos y enfermeras de los centros de salud al limite de sus posibilidades y dificultando la accesibilidad en los centros de salud con demoras de más de siete días en algunos casos».
Explica que la administración conocía desde hace tiempo que en estos tres años se iba a jubilar un importante número de médicos y enfermeras «y, en vez de ofertar plazas estables en los centros de salud para conseguir una atención primaria estable, fuerte, accesible y eficiente, responde con contratos inestables y oferta mayoritaria en las oposiciones de plazas de médicos y enfermeras de área que no tienen un cupo estable que atender y por tanto desestructura más la atención primaria. Luego dice que no se explica por qué no se quedan los MIR de familia que acaban su periodo de formación».
Dadas las circunstancias actuales, aseguran que «no nos podemos quedar pasivos, y animamos a los ciudadanos y ciudadanas de Salamanca a secundar esta manifestación para conseguir de una forma unánime y mayoritaria hacer llegar a la administración nuestras justas reivindicaciones y hacerles ver que Salamanca apuesta firmemente por una sanidad pública de calidad.