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Una novatada diabólica

En la Universidad de Missouri (Estados Unidos)

Daniel Santulli, un joven de 19 años sufre aún las graves consecuencias de las novatadas que padeció hace ocho meses. Entre las secuelas que le han quedado, no puede hablar y ha perdido tanto la vista como la movilidad. El joven se había incorporado recientemente a la Universidad de Missouri (EE. UU.). 

El pasado 20 de octubre de 2021, se celebraba en una fraternidad de la Universidad de Missouri la “noche de revelación del padre de los novatos”. En dicha ceremonia, los recién llegados a la residencia universitaria debían someterse a diferentes pruebas ordenadas por los veteranos, las conocidas novatadas. Sin embargo, la brutalidad de esa ocasión ha provocado que uno de los jóvenes sufriera graves daños médicos y aún padezca las consecuencias. “Todavía no habla ni camina. Está en una silla de ruedas. Ha perdido la visión. Pero nos oye y sabe que estamos ahí”, ha lamentado la madre del chico, Mary Pat Santulli en ‘Goog Morning America’.

Aquel fatídico día Daniel, que entonces tenía 18 años era uno de los recién llegados que debían someterse a las novatadas. Entre otras órdenes que debía cumplir, tuvo que beberse una botella entera de vodka, así como ingerir cerveza desde un tubo. Debido a la gran cantidad de alcohol consumido, en mitad de la fiesta el chico se desplomó en medio de la habitación. Tras ello, los otros jóvenes le llevaron a otra sala y le tumbaron en un sofá. Sin embargo, una hora después, también se cayó del sofá, permaneciendo tendido en el suelo durante 15 minutos.

En ese momento otro estudiante trata de volver a tumbarlo y, posteriormente, aparecen otros residentes, que cargaron con Santulli por el pasillo para llevarlo hasta un coche. Durante el trayecto, el joven ebrio volvió a golpearse contra el suelo. En dicho vehículo le trasladaron hasta el hospital universitario, donde le dejaron a las puertas del mismo dentro del coche. Ahí le encontraron los médicos. El joven no respiraba y estaba sufriendo un paro cardíaco, debido a la intoxicación etílica causada por la elevada cantidad de alcohol en sangre (casi 0,46).

Tras ello, el universitario estuvo ingresado en la UCI durante seis semanas y después fue trasladado a Colorado para hacer rehabilitación. Finalmente, pudo regresar a su casa siete meses después del incidente. La familia de Daniel ha presentado una demanda contra 23 miembros de la fraternidad. Pese a que se ha llegado a un acuerdo con los acusados para garantizar los cuidados de la víctima, posteriormente se ha añadido a la demanda a otras dos personas. La Universidad de Missouri ha suspendido los estatutos de la fraternidad. Además, ha propuesto sancionar a 13 miembros de la misma.

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