Hace unos meses, la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca denunció el uso que hacen algunos moteros en el monte de Babilafuente. Los ecologistas llamaban la atención sobre los daños que producen por las roderas y el ruido: erosión del suelo precisamente en las zonas de más cuesta, a la flora y a la fauna.
En ese momento, en esta asociación, no tenía constancia de las especies silvestres amenazadas presentes en dicho monte muy próximo a la ZEPA (zona especial de protección de aves) denominada Campos de Alba.
«Ahora podemos aportar un dato más, en dicha zona hay presencia de Himantoglossum roberianum (orquídea gigante), planta que figura en el catálogo de especies protegidas de Castilla y León en el apartado de «atención preferente».
Dado que este monte es una «pequeña isla» de unas 100 has. dentro de la extensa campiña de cultivos que ocupa todo el noreste de la provincia, seguro que ofrece refugio a multitud de especies. Por ello, una vez más, «reclamamos a la Junta de Castilla y León que proteja este enclave extraordinario y tan próximo a la capital», concluyen desde la asociación.