Los precios de los carburantes se han disparado en los últimos meses. Numerosos factores han provocado esta situación que, por el momento, no parece tener una solución. Lorenzo Colomo, presidente de la Federación Regional de Castilla y León de Asociaciones de Estaciones de Servicio (Fereclaes), así como de la Asociación Provincial de Salamanca, ha explicado a La Crónica de Salamanca todos los detalles de este complejo asunto.
Durante los últimos meses se viene produciendo una importante escalada en los precios del diésel y la gasolina, que se ha hecho más notable desde el inicio de este año 2022. Sin embargo, actualmente sigue subiendo, y lo hace “por muchos factores”, como explica Lorenzo Colomo. Entre ellos, “la volatilidad que hay en los mercados y los precios de las materias primas, como el petróleo, que sigue cotizando al alza. Además, las refinerías en Europa están al límite de su capacidad. Y como cada vez hay más demanda, al final el mercado es el que regula los precios. Entonces, el precio es más caro”.
Este problema de la falta de capacidad podría solucionarse con un aumento de la misma, lo que puede parecer una solución sencilla. Para ello haría falta una inversión por parte de los propietarios de las instalaciones. Sin embargo, “las grandes petroleras, propietarias de las refinerías, no están haciendo ninguna inversión de ampliación o mejora de las instalaciones. Esto se debe a que las políticas actuales, como la de descarbonización o la Agenda 2030, están dejando a un lado los combustibles fósiles. De esta manera, ha llevado a que las petroleras y grandes empresas, lógicamente, hayan dejado de invertir en nuevas tecnologías y en ampliación de sus instalaciones”.
Los elevados precios del combustible han llevado a que muchos particulares reduzcan drásticamente el uso del coche. “Está demostrado que cuanto más sube el precio, menos se utiliza el coche. También existe una correlación entre el coste y la venta del carburante. A mayor precio, menos venta”, reconoce Colomo. Pese a ello, la menor demanda no se ve reflejada en una bajada de precios. Esto se explica “porque realmente la aminoración del consumo de los turismos, sobre la demanda general de carburante, es mínima. Los grandes consumidores no son los particulares, sino las empresas. Especialmente las de transporte, las logísticas y la industria».
La incertidumbre sigue presente
Las continuas e imparables subidas que marcan los monolitos de las gasolineras hacen que los consumidores se pregunten dónde estará el límite. “Lo desconozco”, indica el presidente de Fereclaes. “La situación geopolítica actual es muy complicada. Ahora mismo, las expectativas del precio del barril de Brent se sitúan entre los 120 y 150 dólares. Eso quiere decir que el diésel y la gasolina se pueden situar perfectamente entre 2,50 y 2,70 euros el litro si la situación no cambia”. En este sentido, hay quienes pronostican que el litro de diésel alcanzará los 3€/litro. Ante esta cuestión, Colomo no descarta “ningún escenario”.
Aunque las subidas se engloban dentro del contexto internacional, en el caso de España, el incremento es casi el doble que la media europea. La gran diferencia entre nuestro país y los de su entorno se debe a “múltiples factores”. “Primero, por normativa europea, los carburantes llevan una mezcla de biodiesel y bioetanol, pero cada país lo regula de manera diferente. Y en el caso de España, el Gobierno actual ha establecido los máximos que permite la UE. Además, un litro de estos componentes cotiza casi al doble que el diésel y la gasolina. Por otro lado, hay otros muchos factores, como la dependencia del petróleo ruso o la cantidad de refinerías que hay en España, que son tres principalmente”.
¿Volveremos a ver precios como los de antes?
Desde el inicio de la escalada de precios los consumidores ansían una vuelta a las cifras previas, ahora consideradas baratas. Lorenzo Colomo se muestra prudente, “yo creo que no vamos a ver el gasóleo a poco más de un euro el litro, como al inicio de la pandemia. Pero sí retornaremos a cifras de 1,50; 1,60 o 1,70; que son la media con un barril de petróleo en el entorno de los 100 euros”. Por otro lado, ha querido dejar claro que, desde las estaciones de servicio quieren “que el precio esté bajo, porque tenemos un negocio de volumen. Y en el momento en que el carburante está alto, los volúmenes de venta bajan”.
Para que la bajada de los carburantes sea un hecho, tiene que “haber estabilidad política en Europa”. También se debe “clarificar el camino hacia el futuro que quiere tomar Europa, y sobre todo España, en lo referente a los combustibles fósiles”. Esa incertidumbre, según Colomo, de debe “a las políticas económicas del Gobierno actual, que ha decidido apostar el futuro exclusivamente a la movilidad eléctrica. Por el contrario, ha dejado a un lado otras grandes posibilidades como el gas, los biocarburantes o los eco-carburantes, mucho más económicos que el coche eléctrico”.
El descuento de 20 céntimos por litro
Con el fin de paliar las consecuencias que la guerra de Ucrania provoca en la economía, el Gobierno aprobó el pasado mes de marzo un Plan de Choque de Respuesta a la Guerra. Entre sus medidas se incluía una rebaja de 20 céntimos por litro de carburante. Sin embargo, ha generado una gran controversia, con defensores y detractores a partes iguales. Sobre si se trata de una medida efectiva, Colomo reconoce que “sí lo es, por supuesto, porque al final llega al cliente, que es de lo que se trata”. Pese a ello, “desde el punto de vista de las estaciones de servicio no es eficaz. Hubiera sido mucho más efectivo bajar temporalmente el IVA y el impuesto a los hidrocarburos”.
Esta medida, como todo el plan de choque, tiene como fecha de vencimiento el próximo 30 de junio. Ante la posibilidad de una prórroga de las medidas, el dirigente de las asociaciones de estaciones de servicio de la región considera que es “conveniente y necesario”. Pero pide que se haga “sabiendo las condiciones. Que el Gobierno nos explique cuáles con. No como pasó la vez anterior, que nos enteramos 30 horas antes de entrar en vigor y, lógicamente, nadie en el sector estaba preparado, lo que supuso caídas de servicio, etc.”.