La última mutación del coronavirus ha hecho saltar las alarmas entre algunos expertos, especialmente por la mayor rapidez con la que parece crecer. BA.2.75 o centaurus, como se ha denominado, es una subvariante de segunda generación de ómicron BA.2 cinco veces más contagiosa que otras variantes.
El pasado 30 de junio, el virólogo del Imperial College de Londres, Tom Peacock, indicaba en Twitter: “Vale la pena vigilar de cerca la BA.2.75 (muchas mutaciones de la Spike, probable variante de segunda generación, aparentes crecimiento rápido y amplia expansión geográfica)”. Sin embargo, aún no hay mucha información sobre la nueva variante y sobre qué efecto puede tener.
Numerosos expertos, entre ellos Peacock, han recalcado que la “segunda generación de variantes”, derivadas de otras, “podrían deberse a infecciones crónicas”. De esta manera, surgirían en pacientes que se contagian de COVID y ya sufrían infecciones previas. Por el momento se conoce que BA.2.75 fue secuenciada el mes pasado en India y, hasta el 29 de junio, se detectaron 73 muestras. Otros países donde se han reportado casos son Alemania, Gran Bretaña, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y Japón.
Según han expuesto diferentes virólogos, BA.2.75 incorpora respecto a BA.2, nueve mutaciones en la proteína Spike (por donde infecta el virus) y al menos otras cinco en otras partes del virus. Respecto a BA.5, esta nueva versión presenta más de 40 cambios. Pese a ello, aún no se sabe si estas mutaciones hacen a centaurus más contagiosa que la actual cepa dominante BA.5.
Por el momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) prácticamente no se ha pronunciado sobre la nueva variante. Lo que sí ha hecho es lanzar un aviso por el aumento de casos de coronavirus (aunque no sube la mortalidad). Concretamente, en las últimas dos semanas, los casos han aumentado un 30%, especialmente en Europa. No obstante, la mayoría de los mismos se atribuyen a las BA.4 y BA.5.
