El AVE llega a Burgos

Reduce a poco más de hora y media el trayecto entre Burgos y Madrid, con parada única en Valladolid
El AVE llega a la estación de Burgos. (Ical)

El rey Felipe VI, acompañado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, viajó este jueves a Burgos desde Madrid, con motivo de la inauguración de la línea de alta velocidad de Venta de Baños (Palencia) a Burgos.

Ical.- El trayecto se inició en la estación de Madrid-Chamartín-Clara Campoamor a las 11 horas, y tras 48 minutos de trayecto llegó a Valladolid, donde el Monarca fue recibido por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; el presidente de las Cortes, Carlos Pollán; la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, y el alcalde de la ciudad, Óscar Puente. Desde allí, el AVE puso rumbo a la capital burgalesa, donde llegó pocos minutos después de las 12.30 horas.

En Madrid también subieron al tren la presidenta de Adif y Adif AV, María Luisa Domínguez, y el de Renfe, Isaías Táboas, el presidente del Senado, el burgalés Ander Gil, y el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, entre otras autoridades.

Un tren esperado

La llegada de la Alta Velocidad a Burgos, con la puesta en servicio del tramo de 86,5 kilómetros entre la localidad palentina de Venta de Baños y Burgos, es uno de las reclamaciones históricas de la ciudadanía burgalesa. Para su ejecución se han invertido 759 millones de euros, y cuenta con la más avanzada tecnología en señalización. Esta línea conecta los ejes Valladolid-Palencia-León-Asturias y Venta de Baños-Burgos-Vitoria-frontera francesa, permitiendo circulaciones directas y transversales entre estas líneas y las ciudades de Valladolid, Palencia y Burgos.

Esta línea, diseñada y preparada para alcanzar una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora, forma parte del Corredor Atlántico y cuenta con una vía única electrificada de ancho estándar. Además, tal y como destacó el presidente del Gobierno durante su comparecencia está dotada con el más avanzado sistema de señalización: el ERTMS (European Rail Traffic Management System), en su nivel 2.

Además, cuenta con 12 viaductos y dos túneles que sortean elementos de su entorno como, por ejemplo, el río Pisuerga, así como otras dotaciones de transporte, como la Autovía de Castilla (A-62). Entre las infraestructuras más importante destaca el viaducto del Pisuerga (1,1 kilómetros) y el de mayor longitud del trazado, el que salva la A-62 y el río, con un total de 1,3 kilómetros.

La nueva línea parte del triángulo o nudo ferroviario de la localidad de Venta de Baños, constituido en un nodo que conecta la línea Valladolid-Palencia-León-Asturias con la Venta de Baños-Burgos-Vitoria-Frontera Francesa. De esta forma, permitirá realizar circulaciones directas y transversales entre estas líneas y las ciudades de Valladolid, Palencia y Burgos.

El trazado discurre por la meseta, una orografía que registra pendientes máximas de apenas 25 milésimas por metro. No obstante, en su recorrido sortea el río Pisuerga en hasta dos ocasiones, así como el Arlanza y el Arlanzón, además de otras dotaciones de transporte, como es la autovía A-62 -que también se supera en dos tramos distintos- y la línea ferroviaria de ancho convencional Madrid-Hendaya.

Para ello, se ejecutaron viaductos como el puente de 1,3 kilómetros de longitud, que salva el río Pisuerga y la autovía, levantado en el primer tramo de la línea, el correspondiente al nudo de Venta de Baños. En este trazado se encuentra también el segundo mayor viaducto que, en su caso, salva el Pisuerga con una longitud de 1,1 kilómetros.

En conjunto, la línea incluye 12 viaductos, con una longitud total de 4,6 kilómetros, así como dos túneles, que suman 1,3 kilómetros. De estos, el de mayor longitud es el del Almendro, con 818 metros. Tiene vía única electrificada y en ancho estándar, hasta conectar con la estación Burgos-Rosa Manzano. Durante la construcción del tramo Estepar-Variante Ferroviaria de Burgos fue descubierta la villa romana de Molino de Arriba, que forma parte del yacimiento arqueológico Molino de Arriba, en Buniel. La existencia de esta villa romana era conocida pero se desconocía su localización exacta.

La nueva línea permite además extender las ventajas de la alta velocidad y optimizar los tiempos viaje de los trayectos desde el País Vasco. Esto es posible por la instalación de un cambiador de ancho en la estación de Burgos-Rosa Manzano, que posibilitará que los trenes con origen o destino en el País Vasco realicen el trayecto entre Madrid y Burgos por la línea de alta velocidad.

La puesta en servicio de este tramo sucede a la inauguración de la primera fase del corredor extremeño esta misma semana y a la del último tramo de la LAV Madrid-Galicia, en diciembre de 2021, así como a la reciente puesta en servicio de una doble infraestructura clave para la red de alta velocidad: el túnel que cruza Madrid y que, además de conectar las estaciones de Chamartín-Clara Campoamor y Puerta de Atocha, unifica todas las líneas de alta velocidad del país; y el nuevo acceso a la capital por el sur, tras la duplicación de vías en el tramo comprendido entre Atocha y Torrejón de Velasco. A la puesta en servicio de la LAV a Burgos le seguirá, antes de que concluya el año, la conexión por alta velocidad con Murcia

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