[dropcap]E[/dropcap]l Ayuntamiento agradeció a Damián Quero su apuesta por Salamanca y le concedió la medalla de oro de la ciudad. Creo que se la merecía con creces. Esa política de agradecimientos la mantuvimos también con otros personajes que lograron para Salamanca mejoras importantes. Con Quero recibió también la medalla de oro José Luis Martín Palacín, director general de Tráfico, que había conseguido para Salamanca el Centro Superior de Educación Vial, del que hablaré al tratar de la rehabilitación del palacio de verano de los marqueses de Castellanos.
Al año y medio de la firma de la Operación Piloto realizamos una evaluación. Los mil millones de pesetas comprometidos en la firma del Salón de Recepciones estaban en marcha. Comenzamos por tres urbanizaciones de calles y plazas. La primera corrió a cargo de la Junta de Castilla y León, la segunda y tercera, la Ronda entre Puentes y el acondicionamiento de la Vaguada, fueron financiadas por el MOPU.
El Ayuntamiento y la Diputación compraron la Torre de Abrantes para que la Junta y la Diputación instalaran el museo de las Ciudades de España. La compra de la fonda Veracruz y las obras de consolidación de las ruinas de San Polo corrieron a cargo de la Corporación salmantina, a la vez el Ministerio de Cultura trabajaba en la recuperación de la Casa de las Conchas.
Y poco a poco se consolidaba el gran proyecto que salvaría el barrio más castigado, la Vaguada de la Palma, con el Palacio de Congresos y Exposiciones de Castilla y León.