De las tijeras a las pistas de correr, Isabel Almaraz ha tenido una gran carrera como atleta, una andadura en el mundillo que hace tres años tuvo que parar. Entre todos sus logros, el que más le sorprendió fue conseguir el récord de España 5000 metros W-45, y las dos medallas de oro del mundial de 10k y 5000 hace cuatro años. Pese a su baja laboral y en la competición no pierde la esperanza y lucha por volver algún día a las pistas.
Por: Lucía Almaraz
Durante años, sus fines de semana estaban orientados a la competición. ¿Cómo ha cambiado su vida desde que no compite?
Ha cambiado muchísimo, desde que empeore con la fibromialgia y me operaron de cáncer de pecho. Solo salgo a pasear, no me permite hacer más. Ha sido un cambio radical. De no parar en casa a estar todo el día metida.
El entrenamiento, la dieta, la parte mental de un atleta… ¿Qué parte ocupan ahora en su vida?
Sí…yo intento tener una dieta, unos horarios y demás, pero no puedo. Hoy digo: «voy a salir a pasear», pero mi cuerpo no me lo permite.
¿Y la parte mental?
La parte mental me ha beneficiado el tenerme que preparar para competir, para cada carrera, se me hace difícil explicarlo, pero me ha hecho saber que tengo que superar esto. No sé el tiempo que me va a llevar, sé que tengo que hacerlo, pero ahora necesito más fuerza para poder avanzar. Ahora voy a paso de ‘hormiguitas’.
¿Echa de menos correr?
Mucho. Yo creo que es de lo que más echo de menos, como trabajar. El ‘cortar pelos’ (risas) como es mi profesión, peinar, todo eso… El decir: ‘voy a salir a correr’ y poder correr, me encantaría hacerlo. Pero no puedo.
¿Cómo le ha ayudado el sacrificio de una disciplina deportiva como es el atletismo –muy individual- a convivir con la fibromialgia?
Me ha ayudado mucho, ya que antes controlaba bastante el dolor con el correr. Tenía muchos dolores y, a la hora de ponerme a correr notaba como los dolores menguaban y conseguía mantenerlos a raya. Sin embargo, ahora, de momento, no puedo controlarlo, lo tengo muy descontrolado.
La concentración y la superación que conlleva la competición. ¿Le ha servido para afrontar los reveses de la vida?
Sí, creo que sí, si no me hubiera metido en el mundo del atletismo y no hubiera competido, todos los problemas que he tenido de salud no los habría podido llevar igual. Lo habría llevado muchísimo peor.
Hace poco se cumplió el aniversario de su récord de España, marca que sigue en vigor. ¿Qué queda de aquella Isabel Almaraz? ¿Qué aprendió?
He aprendido que se pueden hacer muchas cosas, que si quieres puedes llegar a conseguir metas y todo lo que te propongas, siempre y cuando el cuerpo te lo permita, y tienes que saber hasta dónde puede llegar también. No puedes decir: «ala me voy a hacer una maratón» y no, tienes que ir paso a paso, con pies de plomo, e ir avanzando y avanzando para poder conseguir algo, marcarte objetivos que puedas alcanzar. Pero sí se pueden hacer muchas cosas. Yo nunca pensé que podría correr, ni ganar campeonatos de España europeos y mundiales (risas), sin embargo, lo he hecho. Ojalá pudiera volver.
Qué queda aún.
Queda la esperanza de volver otra vez, volver a empezar. No sé si podré llegar a lo que ya he llegado, ¡ojalá! Y mejorarlo.
¿Por qué recomendaría usted practicar deporte?
Porque el deporte es muy bueno para todo. Para la salud, correr, por ejemplo, descargas muchas endorfinas. Si tú estás mal, psicológicamente, por ejemplo, corres, descargas mucha adrenalina, y acabas mucho mejor de lo que estabas, estás feliz, es una forma de ‘desahogo’. Hace que te sientas bien.
Y en especial, ¿por qué el atletismo?
Yo no he hecho muchos deportes, he nadado un poco, porque no sé mucho, también he hecho baloncesto, aunque no me llamaba casi la atención, el fútbol no me gusta mucho, la bicicleta sí que me gusta más, pero lo que más me gusta es correr. Además, es muy sencillo ponerte unas zapatillas y salir a correr. Correr es de los deportes que he practicado y que más me gusta, y, sobre todo, la pista, aun pensando que nunca lo haría porque lo veía muy difícil. Y, sin embargo, es lo que mejor se me dio.
De las tijeras a las zapatillas de carreras. ¿Cómo se hace esa transición?
Esa transición la hice, porque yo estaba trabajando y comencé con problemas de circulación, dolores… Y me dijeron que correr me podía beneficiar en ese aspecto y empecé a practicar este deporte. Todo con el fin de poder mejorar y controlar los dolores, cosa que llegué a tener muy controlado, hasta que tuve la última recaída en el trabajo. Desde entonces he empeorado y me vino todo de golpe, el cáncer y los tratamientos…. De momento he ido poco a poco, pero no he salido de ahí.
Durante años, los salmantinos la han visto subir al pódium en numerosas carreras. ¿Dónde encontramos ahora a Isabel Almaraz?
A Isabel Almaraz… de momento en casa, saliendo a pasear y poco más. Espero poder salir cada vez más y en no mucho tiempo volver a trotar con mi gente…