Los vigilantes de incendios se quedan en la cuneta

Los grandes incendios ocurridos este verano en Salamanca y otros puntos de Castilla y León, han puesto de manifiesto las carencias de la gestión de los incendios en la región, agravadas con la ausencia de autocrítica por parte de quienes han fallado.

Ahora se plantea ya tener operativo todo el año el dispositivo contra los incendios, pero se quiere dejar fuera a los encargados de las comunicaciones, los llamados escuchas, y también a los vigilantes de los montes desde las torres instaladas en lugares estratégicos.

Son casi 400 vigilantes en toda la región, de los que 34 están en Salamanca, encargándose de las trece torres de vigilancia existentes en la provincia.

“Queremos denunciar la discriminación que nos tienen a los vigilantes de incendios de CyL. Está una sola persona en cada torre vigilando los montes 10 horas seguidas y nos quieren dejar fuera en el operativo después de más de 30 años vigilando año tras año”, explica uno de ellos a La Crónica de Salamanca.

Son los que pueden ver el humo a varios kilómetros de distancia en caso de incendio y alertar de ello. “Somos personal de la Junta fijos discontinuos y personal laboral no fijo que llevamos más de 20 años realizando esta tarea”, agrega.

Considera que, además de tener en consideración su tarea, incluirlos en el dispositivo todo el año consolidaría estos empleos en el medio rural, “sería darle una oportunidad a las personas que vivimos en los pueblos y zonas rurales y, lo más importante, cuidar el monte y la naturaleza que tanto nos gusta y podemos hacer un gran servicio, porque conocemos sus necesidades”, afirma.

“Lo que no es justo que los camiones y peones con cuadrillas suben de 9 a 12 meses y a los vigilantes nos dejan con 3 meses, cuando somos iguales, del grupo 5 como los peones mangueristas”, señala.

Agrega que “en los meses que no estamos en la torre podemos hacer trabajos en el monte como ellos y se haría, además, un gran servicio en la provincia y en el monte”, concluye.