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Los hippies se van del pantano de Santa Teresa

La Guardia Civil despejó la zona el lunes tras la fiesta del sábado en el pantano
Los vehículos que quedaban el domingi por la noche.

Una quincena (media docena según la Subdelegación del Gobierno) de camiones, caravanas y vehículos de hippies procedentes de la rave celebrada en el municipio de Salce, en la orilla zamorana del presa de Almendra, recalaron este fin de semana en la zona inundable del pantano de Santa Teresa a la que se accede por La Tala.

Es un terreno habitualmente cubierto pro el agua, pero con el desembalse de las últimas jornadas, ha bajado considerablemente el nivel del agua embalsada, dejando a la intemperie el fondo en los bordes del pantano.

Es lo que aprovecharon una pequeña parte (20 según la Guardia Civil) de los más de 2.000 participantes en la rave de Salce una semana antes para organizar otra minirave en tierras salmantinas.

La fiesta fue el sábado por la noche y los vecinos se enteraron cuando empezaron a escuchar la música (había gran cantidad de bafles), que llegaba desde una zona que está a medio kilómetro del casco urbano, en terreno inundable del pantano que ya pertenece a Salvatierra (pueblo que está en la otra orilla).

El alcalde de La Tala, Gabriel Garrudo, explica que «la Guardia Civil ya estaba allí desde el principio. Estuvo muy bien controlado por tres parejas. Actuó muy bien la Guardia Civil».

Garrudo señala que la zona donde se celebró al fiesta estaba aún húmeda, porque el agua ha bajado en las últimas fechas y el terreno es inestable. No obstante, lo que preocupaba era el peligró de que se produjera algún incendio y el origen de la música que llegaba al pueblo.

La fiesta se celebró esa madrugada, «el domingo no se sintió casi nada y se marcharon», explica el alcalde de la Tala.

La Guardia Civil los conminó a abandonar la zona de forma que el lunes se marcharon a las 17.30 horas y los más rezagados entrada la noche, por lo que este martes por la mañana no quedaba ninguno, segúninforma la Subdelegación del Gobierno. «No sé cómo acertaron a venir aquí», explica el alcalde.

Todos ellos eran franceses que participaron en la rave multitudinaria del fin de semana anterior en Almendra. Los agentes multaron a siete de los 20 visitantes por infracciones a diversa normativa como montes, aguas, incendios y sanidad animal, aunque al irse dejaron la zona como estaba.

Algunos vecinos vieron a finales de la semana pasada una pareja acampada en la zona, y se sospecha que podían haber sido ellos los que contactaron con los demás enviándoles las coordenadas para llegar a la zona.

Ahora, todo ha quedado en una anécdota que anima las conversaciones de los vecinos y veraneantes en la localidad. «No tuvieron un mal comportamiento», concluye Gabriel Garrudo.

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