Agentes de la Policía Nacional de Burgos auxiliaron a una mujer de 91 años que se encontraba herida tras caérsele encima un mueble. La mujer había permanecido dos días accidentada en su domicilio, sin poder alertar a nadie sobre su situación.
ICAL. Según informaron fuentes policiales, los hechos se remontan al 22 de agosto, cuando recibieron en la sala del 091 de la Comisaría de Burgos la llamada de una mujer manifestando ser la cuidadora de una señora de 91 años, de la que se ocupa de lunes a viernes. Relataba que estaba tratando de entrar en el domicilio, siendo imposible el acceso y no respondiendo a las llamas telefónicas, por lo que temía que le pudiera haber ocurrido algo grave.
Cuando los policías llegaron a la vivienda se entrevistaron con la cuidadora, quien dijo que una de las vecinas del bloque tenía llaves del domicilio de la mujer de la que se encargaba. Los agentes trataron de abrir la puerta, lo que no fue posible, ya que se encontraba otro juego de llaves metido en la cerradura por la parte interior. Los agentes policiales solicitaron la colaboración de los Bomberos de Burgos para que les facilitaran el acceso por otros medios, logrando los Bomberos entrar por una ventana. Los policías encontraron a la mujer tendida en el suelo del salón boca arriba y con un mueble encima de ella.
La señora, que presentaba un fuerte impacto en la mandíbula, así como una herida sangrante en la tibia derecha, fue atendida rápidamente por los agentes, que comprobaron sus constantes vitales, que todavía respiraba y que se encontraba consciente. Todo ello, pese a encontrarse herida durante dos días, según sus manifestaciones, ya que su cuidadora no trabaja los fines de semana y ella se queda sola. Debido a la situación en que se encontraba la mujer, acudió una ambulancia con soporte vital y la trasladó al Hospital Universitario de Burgos (HUBU), localizando los agentes a un único familiar para comunicarle lo sucedido.