El Gobierno de la nación cambio la numeración telefónica fija el 4 de abril de 1998. Desde ese momento, hubo que marcar todos los números con el actual prefijo aunque se tratara de llamadas locales. Es decir, todos los números pasaron a ser de nueve cifras, aunque se mantuvo en paralelo durante dos meses el sistema actual ante posibles despistes.
De eso ha pasado casi un cuarto de siglo, pues hay bolsas de plástico que resisten el paso del tiempo. Así lo demuestra una encontrada en la zona de La Platina, aún puede leerse el nombre de la tienda y su número de teléfono, donde no figura el prefijo 923 (el de Salamanca para los teléfonos fijos -que ya son una reliquia en sí mismos hoy en día-)
Un paseante se encontró por la zona de La Plantina la bosa, casi intacta. Inalterable al paso del tiempo. Los expertos aseguran que una bolsa de plástico tarde en descomponerse entre 100 y 1.000 años.
Suponiendo que esta bolsa fuera timbrada en 1998, año en el que cambio la legislación para el marcado de los números de teléfonos, aún le quedan muchos años para descomponerse. «Menos mal que desde 2018 las bolsas se cobran y ya la gente las utiliza y las tira algo menos que antes», explican desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
La asociación comenta que ya les pasó hace unos meses algo parecido. «Cuando encontramos una bolsa de plástico de la leche Ledesa, quizá de los años 60, en las márgenes del Tormes, ésta más nueva aún, toda intacta, las letras perfectas, como si llevara allí unos días en vez de varias décadas», concluyen.
1 comentario en «La bolsa de las tres décadas»
Aunque el plástico va a contribuir a aniquilarnos, como ya está ocurriendo, yo creo que la bolsa, que es de hace muchos años, puede no llevar ahí desde entonces, tanto por su conservación, como por el hecho de que yo mismo tengo bolsas de aquellos tiempos, incluso igual que esa, que podría usar hoy mismo, hace poco o dentro de mucho tiempo. Por cierto una lástima que ya no puedan existir tiendas de discos como Flash y otras.