Sí 20 años no son nada, 25 tampoco. Esos son los que cumple este lunes 5 de septiembre uno de los establecimientos con más sabor estudiantil de Salamanca: El Erasmus.
El local comenzó con unas grandes mesas que los universitarios de la Usal y Pontificia buscaban como ‘agua de mayo’ para poder hacer los trabajos grupales. Eran necesarias estas mesas, no porque cada uno de ellos tuviera un ordenador portatil, que podía ser, era más bien porque la era Internet estaba cerca, pero hace 25 años no era tan habitual, y había que sacar los libros de la Casa de las Conchas para poder hacer los trabajos de clase.
Sí, así eran las cosas hace 25 años en la comunidad estudiantil que vio en el Erasmus un lugar con buena música, la sigue teniendo, grandes mesas, continúan existiendo, ahora incluso con banco corrido y mampara, por lo que la discreción es aún mayor, buena comida, magnífico café y una gran variedad de cerveza.
Erasmus era y es un encuentro de estudiantes que dejan en sus mesas cartas de amor, momentos únicos, objetos que quieren que otros miren, tarjetas de visita o fotografías, artículos que si vuelven a pasar por Salamanca buscarán en esa mesa donde han compartido confidencias y encuentros con amigos hechos durante estos sus años universitarios.
El Erasmus es también un lugar de encuentro para turistas que se pierden por las calles estrechas del centro histórico. La calle Meléndez está repleta de sabor, por sus establecimientos tradicionales, y de artesanía joyera, donde grandes maestros de Salamanca muestran su arte. Es una calle con deleite, donde el Erasmus celebra sus primeros 25 años de andadura.