El Gobierno ha comenzado las negociaciones para la segunda fase del sistema de pensiones de la Seguridad Social. Tal y como se acordó con la UE en el plan de recuperación, la reforma deberá estar acordada antes de que termine este año. Así pues, como en todos los cambios, mientras que algunos se vean perjudicados, otros serán beneficiados.
Una de las pocas certezas que hay sobre la reforma de las pensiones es que la fórmula de calcularlas va a cambiar. En este sentido, desde la Comisión Europea están presionando para que el período de cálculo pase a contabilizar los últimos 35 años cotizados. Sin embargo, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha rechazado esta idea rotundamente. “De ninguna manera”, ha señalado.
Aunque no se llegue a los 35 años, todo apunta a que sí se ampliará el período de cómputo. Según una estimación del Banco de España, por cada año ampliado entre 25 y 35, la pensión reduce su cuantía en un 0,9% de media. Por ello, el ministro pretende incluir dos mecanismos que suavizarán dicha ampliación. Estos son: la posibilidad de elegir los mejores años y la de descartar lagunas de cotización (períodos en los que el trabajador no ha cotizado).
La fórmula planteada por Escrivá mejoraría las pensiones de jubilación para parados, autónomos, trabajadores con carreras de cotización más cortas y trabajadores con salarios más bajos. Así lo han indicado el citado estudio del Banco de España y otro realizado por el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social, con investigadores de la Universidad de Extremadura y de Valencia.
Pese a que aún está por ver en qué acaba dicha reforma, las estimaciones del Banco de España indican que, elevando el período de cotización a 35 años y se escogen los 29 mejores, la cuantía media de la pensión no varía. No obstante, quienes disfrutan de la pensión más alta sufrirían una reducción del 1,7%. Frente a ello, la prestación de quienes hayan estado más de un año en desempleo aumentaría un 2,5% y la de quienes hayan estado contratados a tiempo parcial crecería un 0,6%. Finalmente, los que cobran pensiones que están por debajo de la mediana se beneficiarían de una subida del 2%.