Castilla y León registrará este fin de semana, el primero del otoño, una caída brusca de las temperaturas, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)
ICAL. Para la jornada de este viernes no se descartan precipitaciones débiles en el tercio norte de la Comunidad, en especial en zonas de montaña. Además, también se espera un ligero descenso de las temperaturas máximas.
Entre las capitales de provincia los valores máximos se alcanzaran en Zamora y Salamanca, con 28 grados, uno más que en Valladolid, mientras que en León se quedarán en 23 grados, uno menos que en Burgos. En Segovia, Soria y Ávila los termómetros subirán hasta los 25 y en Palencia se quedarán en 26.
Para la jornada del sábado será más significante la caída de temperaturas, en especial en las máximas. Así, en Burgos y Soria no se superarán los 18 grados, mientras que en León se quedarán en 19. Zamora registrará la máxima más alta con 23 grados, por delante de Valladolid y Salamanca, ambas con 22. Mientras tanto, en Ávila, Palencia y Segovia los termómetros subirán en las horas centrales del día hasta los 20 grados.
Para la jornada del domingo las temperaturas continuarán descendiendo y ya se esperan mínimas de tres grados en Soria, de cuatro en Palencia, de cinco en Ávila y León, de seis en Burgos y de siete en Segovia y Valladolid. En Zamora, que registrará la máxima más alta con 20 grados, se espera una mínima de ocho.
Por otra parte, el puerto del Pico (Ávila) y la localidad sanabresa de Robleda-Cervantes (Zamora) registraron este viernes las temperaturas más bajas del país al registrar 3,5 grados. Por detrás aparecen la estación de esquí ilerdense de Port Ainé (4 grados) y el refugio de montaña de Cap de Rec, situado también en Lérida. Además, entre los diez valores más fríos recogidos por la red de control de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), también se encuentra la localidad de Villablino (León), donde los termómetros bajaron hasta los 5,5 grados.