Las pipas de girasol son el fruto seco más consumido por los españoles, según el Instituto Bilendi para Pipas. Si bien es cierto que pueden aportar beneficios, también hay que tener en cuenta su aporte calórico.
Los frutos secos son un alimento bastante apreciado por los consumidores. Además, debido a su alto contenido en omega 3, los nutricionistas recomiendan comer entre 15 y 30 gramos al día. No obstante, un consumo abusivo de frutos secos puede no ser tan beneficioso.
El problema de ‘pasarse’ puede ser complicado, especialmente con algunos frutos secos como las pipas de girasol. Según se indica en el estudio del Instituto Bilendi para Pipas ‘Consumo de pipas de girasol en España en 2021’, son el fruto seco más consumido por los españoles. En este sentido, el informe apunta al sabor como lo más valorado a la hora de consumir este producto (74,2%). Después de ello está el precio asequible (41,7%) y el tamaño de la pipa (39,1%).
Sin embargo, también “es necesario conocer sus propiedades y su elevado aporte calórico”. Sobre ello, recalcan que, “unos 100 gramos (aproximadamente el doble de la cantidad de un puñado de pipas con cáscara) aportan 580 kilocalorías”, explica la endocrino Beatriz Lardiés, del Hospital Obispo Polanco de Teruel. Esto puede llegar a “suponer incluso la mitad de los requerimientos calóricos necesarios”.
“Si bien en su composición predominan ácidos grasos poliinsaturados, lo cual a priori podría parecer favorable, el ácido graso predominante es el ácido linoleico, un omega 6 con propiedades inflamatorias y que aumentan el riesgo cardiovascular. Esto es lo contrario a lo que ocurre en otros frutos secos como las nueces o las almendras, en los que predominan los ácidos grasos omega 3, con propiedades antiinflamatorias y que ofrecen prevención de la enfermedad cardiovascular”, concluye Lardiés.