La presión mediática y, quizá, la familiar han obligado a Tamara Falcó a tomar la decisión de eliminar la fotografía en la que lucía su flamante y original anillo de compromiso, mientras besaba tiernamente a su prometido, Íñigo Onieva.
Solo han pasado 48 horas desde que anunciaba que se casaba, pero han sido tantas y tantas las horas de programación televisiva, los artículos que se han escrito y el acoso al que se ha visto sometida la marquesa de Griñón, que ha decidido borrar la fotografía. Aún es pronto para saber sí también el compromiso.
De momento, lo que no sería muy descabellado decir, es que hay un buen disgusto. Isabel Preysler siempre ha tenido como seña de identidad la discreción. Ahora su hija se ha visto salpicada por el escándalo de ver cómo su prometido se besa apasionadamente con una mujer que no es ella.
Esto quizá no tendría mayor importancia, si el empresario de la noche no hubiera afirmado delante de las cámaras que eran imágenes antiguas. Los programas de televisión y las redes sociales lo han desmentido y han demostrado que son de este mismo verano y están tomadas en un festival en Estados Unidos.
Tamara Falcó ha cortado por lo sano, al menos en las redes sociales. El tiempo dirá si pronuncia el ‘Sí, quiero’ el 17 de junio en El Rincón.
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