Cuando empiezas una carrera son varias las preocupaciones que puedes tener: ¿Me gustará lo que estoy estudiando? ¿Seré capaz de acabar la carrera en los años correspondientes? ¿Conseguiré hacer un buen grupo de amigos? Muchas preguntas que se van resolviendo a lo largo de los años y que reducen tus inquietudes a una sola: aprobar al final de curso.
Por. Laura Tejero Gil
Sin embargo a medida que va avanzando el último año te empiezas a plantear que hacer cuando termines, y te das cuenta de lo cómoda que era tu vida antes de llegar al final de esta etapa, cambias a tus compañeros de clase por otros nuevos: el miedo, la nostalgia, la incertidumbre y por supuesto, el trabajo de fin de grado.
Son muchas las opciones que te dan: “Haz un máster” dicen. Sin embargo, en el momento en que te pones a mirar las opciones que te da esta posibilidad puede que no encuentres nada que se amolde a tus necesidades, o si lo encuentras, quizá no te lo puedes permitir.
Sigues barajando posibilidades, piensas en trabajar, pero ¿No será muy pronto para meterse ya en el mundo laboral? Además, que, aunque quieras, te das cuenta de que en la mayoría de contratos de trabajo aparece la famosa frase que todos los recién graduados detestan: ”Se busca gente con experiencia” y no comprendes como pueden pedir experiencia a alguien que no le están dando la oportunidad de tenerla.
Todos te dicen que sigas estudiando, que eres muy joven, se te pasa por la cabeza hacer otra carrera, pero claro, ¿Merece la pena volver a estar cuatro años estudiando? Múdate otra vez, empieza de cero de nuevo, busca otro grupo de amigos…
También están los que, al no saber qué hacer, se decantan por el conocido ‘año sabático’ lo que se traduce en irte a otro país o bien para aprender un idioma o bien para comenzar a trabajar y así poder ganarte algo de dinero.
Otro grupo que aparece nada más graduarse son los que deciden aprovechar para hacer “todo aquello que tengo pendiente”: Sacar el titulo de inglés, el carné de conducir, acaban el curso que empezaron años atrás…
Son muchas las emociones que te acompañan en el último año de Universidad y demasiados los quebraderos de cabeza que puedes llegar a tener a medida que ves que va avanzando el curso y tú sigues sin saber que va a ser de tu vida cuando acabes. Pero a medida que va pasando el tiempo ves que al final, en vez de disfrutar del presente te estás preocupando demasiado por un futuro que aun no ha llegado, así que, si eres estudiante y estas a punto de terminar… disfruta. Y que, al menos durante el curso, que lo único que te preocupe sea terminar el trabajo de fin de grado a tiempo o qué ponerte en la graduación, son años que pasan muy rápido como para no aprovecharlos…
Siempre va a haber algo que estudiar, un trabajo en el que ocupar tu tiempo, o un curso que empezar pero si algo no va a volver son los años de universidad, que como bien dicen, van a ser los mejores de tu vida, por lo que no hay excusas para no exprimirlos hasta el final.