La Audiencia Provincial de Salamanca condenó a tras años y dos meses de prisión a un empresario de ocio nocturno por vender cocaína a los clientes de su bar. La sala aprecia un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y le inhabilita además para ejercer su profesión de hostelero durante cuatro años y le obliga al pago de una multa de 500 euros. Le aplica eso sí un atenuante por grave adicción a las drogas y sustancias estupefacientes.
Los hechos se remontan a marzo de 2019 en un local de ocio nocturno ubicado en la calle Sancti Spíritus. Según recoge la sentencia, a la que tuvo acceso Ical, el día 28, sobre las 23.00 horas, agentes de la Policía Nacional, que habían montado un dispositivo e vigilancia, interceptaron al salir de dicho local a un varón, al que intervinieron una papelina de cocaína que acababa de adquirir en el establecimiento. El dueño, aprovechando que al local acudían jóvenes, les vendía o entregaba cocaína para que se quedaran allí tomando copas.
Los agentes efectuaron, poco después, un registro en bar que, entonces, se encontraba vacío de clientes y en el que sólo estaba el condenado tras la barra. EL hombre sacó de la cintura del pantalón dos bolsas de plástico que contenían una sustancia blanca que, una vez analizada y pesada, resulto ser cocaína con un peso de 1,87 gramos y una pureza del 43,28 por ciento, con un valor de 136,53 euros, o por dosis, el de 193,98 euros.
Además, el condenado manifestó a los agentes que también tenía una bolsa con marihuana en un cuarto en la parte superior del local, sustancia que entregó y resultó un total de 31,96 gramos de cannabis, con una riqueza del 16,17 por ciento, y con un valor de 162,28 euros. El hombre es consumidor y adicto al consumo del alcohol y de drogas como el hachís y la cocaína desde hace tiempo, lo que le sirvió como atenuante a la hora de establecer la condena.