Las superbacterias se han convertido en una de las principales amenazas para la salud a nivel mundial. Consisten en cepas de virus, bacterias, parásitos y hongos que se han hecho resistentes a los antibióticos, por lo que enfermedades que actualmente no suponen mayor gravedad podrían volver a ser potencialmente mortales.
La comunidad científica lleva mucho tiempo alertando del peligro que supone la resistencia a los antibióticos por parte de las denominadas superbacterias. Este problema tiene como origen, además del fenómeno natural de modificación de esos organismos, el uso indebido y excesivo de dichos medicamentos, tanto en el uso humano como animal, lo cual está acelerando el proceso.
“Ciertas bacterias han ido adquiriendo mecanismos que les permiten sobrevivir en presencia de múltiples agentes bacterianos, tales como antibióticos, de tal forma que no somos capaces de eliminarlas con los antibióticos existentes”, ha advertido la profesora de Microbiología, Margarita Poza, quien también lo ha calificado como “una amenaza para la humanidad”. Una de las principales consecuencias de esta problemática es el mayor aumento y propagación de diferentes infecciones bacterianas
Según ha indicado un estudio de ‘The Lancet’, en 2019, este tipo de bacterias causaron 1,27 millones de muertes a nivel mundial. Desde la OMS llevan tiempo advirtiendo de la necesidad de tomar medidas urgentes, así como modificar la forma de prescribir y utilizar los antibióticos, haciendo un uso mucho más exhaustivo y controlado.
Además de los perjuicios para la salud ya mencionados, el desarrollo de las llamadas bacterias farmacorresistentes pone en riesgo los logros de la medicina moderna. Uno de los ejemplos más claros consiste en que, dicho problema podría volver más peligrosos algunos procesos como los trasplantes o las intervenciones quirúrgicas. También supone un incremento en los costes, tanto para la administración como para las familias, a la vez que alarga las estancias en el hospital y aumenta la mortalidad.
Finalmente, de cara a contrarrestar a las superbacterias, se están desarrollando diferentes líneas de investigación. Una de ellas consiste en la modificación de los antibióticos actuales y la búsqueda de otros nuevos. Más allá, también se está estudiando otros métodos ‘no antibióticos’ para eliminar las bacterias, como la fagoterapia o la utilización de inhibidores y nanopartículas, que mejoran la eficacia de las terapias.