[dropcap]E[/dropcap]n marzo de 1985 el Ayuntamiento decidió expropiar la denominada Fonda Vera Cruz, en pleno barrio Judío. El edifico estaba muy deteriorado y una parte de él funcionaba todavía como hospedaje de estudiantes. Una familia regentaba el negocio desde hacía 21 años.
El PP se opuso a la operación, pero Agustín Muñoz expuso con claridad meridiana los objetivos de la Corporación. Pensábamos dedicarla a centro de acción social, con capacidad para 60 personas.
La Cámara de Artesanos de Würzburg estuvo dispuesta a rehabilitarla con sus recursos. Costó 12 millones de pesetas y pagamos 250.000 por la indemnización a la familia que la habitaba y, a su vez, explotaba la pensión.
Empleamos 70 millones en su rehabilitación que estuvo a cargo de la COPOT. Se conservó la fonda, se consolidó la muralla y una edificación situada a los pies de la misma fue cedida a la Asociación de Familiares de Enfermos de Leucemia.
Es una preciosa casa, típica pensión de estudiantes universitarios. El arquitecto que realizó el proyecto de rehabilitación fue Alfredo Martín Cubas.