Las lluvias frecuentes de las últimas semanas y el frío del invierno afectan especialmente a las personas en situación de calle. Para paliar los efectos, Cruz Roja en Salamanca cuenta con la Unidad de Emergencia Social (UES), encargada de repartir entre las personas sin hogar comida caliente, ropa de abrigo si fuera necesario y lo más importante para estas personas: atención.
El seguimiento diario que hacen las 45 personas voluntarias de Cruz Roja en la UES de Salamanca durante todo el año de las personas en situación de calle es uno de los aspectos más valorados por quienes se encuentran en esta situación.
Las personas atendidas en la calle reconocen que “el simple hecho de una conversación, dirigirse a ellas por su nombre y mirarlos a los ojos es muy significativo” ya que, a menudo, se sienten “invisibles y transparentes” para la sociedad.
El voluntariado se turna cada noche, también en estos días navideños, para hacer la ronda desde las diez de la noche hasta las dos de la madrugada aproximadamente, con una ruta por la ciudad de Salamanca con 15 paradas fijas siempre a la misma hora en un recorrido en búsqueda de personas en situación de extrema vulnerabilidad, con una media de unas 16- 20 personas atendidas cada noche.
Además de llevarles comida, caldo o leche caliente para cenar, el personal de la Unidad de Emergencia Social entrega productos de higiene, material de prevención de VIH y COVID, y elementos de abrigo como mantas o sacos de dormir.
En caso de detectar casos susceptibles de atención más específica (sanitaria, adicciones, violencia de género, necesidades sociales…) se informa y orienta a las personas sobre los recursos existentes más específicos y/o se les deriva.
En este sentido, Cruz Roja en Salamanca cuenta de manera paralela con el Centro de Atención a Personas Sin Hogar (CAPSH), ubicado en la sede provincial, que ofrece alojamiento nocturno, cena, desayuno, higiene además de talleres ocupacionales durante la mañana.
En este espacio se desarrolla un trabajo más profundo de atención social, seguimiento y acompañamiento personalizado para iniciar procesos de cambio y lograr la reinserción de las personas sin hogar.
Así, se les asesora y se les facilita los trámites para el acceso a prestaciones económicas a las que puedan tener derecho y en función de las capacidades, necesidades y contexto de cada persona, en paralelo, se les apoya a otros niveles como, por ejemplo, sanitario, de vivienda, de formación, empleo, desarrollo personal o ámbito jurídico.
En lo que va de año, la Unidad de Emergencia Social -financiada por el Ayuntamiento de Salamanca- y el Centro de Atención a Personas Sin Hogar -con financiación del Ayuntamiento de Salamanca y la Junta de Castilla y León- han atendido a 450 personas distintas en total, un 18% de ellas mujeres y un 82% hombres. Asimismo, Cruz Roja colabora con otras ONG y administraciones públicas de todos los niveles pertenecientes a la red de atención a personas sin hogar.
