[dropcap]E[/dropcap]l Archivo Histórico Municipal pasó del Patio de Escuelas Menores al Palacio del Obispo. Para evitar sustracciones se instaló un circuito cerrado de televisión. Las obras de remodelación del Palacio del Obispo aportaron 2.189 metros cuadrados de superficie disponible.
En los años del franquismo se daba la paradoja de que cuando la piqueta hacía desaparecer un edificio histórico, en el nuevo edifico surgido colocaban el escudo de la casa noble desaparecida. Si se recorre la ciudad detenidamente, te encuentras con estos emblemas por doquier.
En la cuesta de la Raqueta o en la Plaza de Santa Eulalia se pueden encontrar escudos. Nosotros logramos recuperar restos de conventos, ermitas, edificios institucionales cuyas piedras estaban tiradas en el vertedero municipal. Fuimos exponiéndolas en jardines y plazas de la ciudad.
Encomendé el trabajo a Honorio Astudillo que con paciencia logró componer el puzle de un gran número de ellas: el Escudo Nacional del antiguo edificio de correos en la Plaza de Santa Eulalia, el arco de la ermita de San Gregorio en la Merced, la portada del convento de Carmelitas, en el paseo del mismo nombre, o la de las Bernardas, en la entrada de la Huerta de los Jesuitas.
La arcada de las Bernardas se la adquirimos a Demetrio Gómez Planche, que la había intercambiado con los escolapios por una talla de San José de Calasanz.