El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, garantizó este lunes que no se obligará “a nada” ni a los médicos, ni a las mujeres embarazadas, sino que serán ellas, “como hasta ahora”, las que podrán “libremente” solicitar los recursos sanitarios y los facultativos los facilitarán “según su criterio clínico”. Acusó al Gobierno central con su requerimiento de “sacar rédito político” y de utilizar a las mujeres como “rehenes”..
Ical.- “Tengo muy claro que al alterar el orden de estos dos factores pueden derivar en coacciones directas e indirectas a la mujer embarazada y por tanto la Junta de Castilla y León, ni las va a promover, ni las va a amparar”, dijo.
Fernández Mañueco ofreció este lunes una declaración institucional, acompañado por el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, para trasladar “en primera persona” a los castellanos y leoneses las medidas para “mejorar” y “modernizar” la asistencia a las embarazadas, tras recordar que las competencias sobre este tema corresponden a la Consejería Sanidad. «En ningún caso se modifica la cartera de servicios del Estado”, dijo, ya que explicó es “básica” y “común” para toda España, como tampoco ocurre -manifestó- con el protocolo de actuación sanitaria del Estado y de la Comunidad.
“En ningún caso la Junta de Castilla y León actualiza el protocolo de atención a las mujeres que se someten a una interrupción del embarazo”, sentenció. “La voluntad de la mujer, la legislación vigente y el criterio médico seguirán operando en Castilla y León”, afirmó el jefe del Ejecutivo autonómico, porque “ni la legislación ha cambiado ni la sociedad científica ha solicitado introducir modificación alguna”.
Fernández Mañueco comenzó su intervención ofreciendo el “apoyo” de su Gobierno a las mujeres embarazadas y los profesionales. “Desde la Junta siempre garantizaremos sus derechos”, dijo e insistió en que las medidas se enmarcan en la cartera de servicios de atención a la mujer embarazada.
El presidente de la Junta expresó su “sorpresa” porque el Gobierno haya anunciado un requerimiento que aseguró no les consta que haya llegado a esta hora a la Junta, “teniendo en cuenta no existe en esta Administración ningún acuerdo tramitándose sobre la materia”. “No albergo ninguna duda de que su único propósito es sacar rédito político y en consecuencia nos parece lamentable”, sentenció.
Fernández Mañueco expresó su “estupefacción” por el comportamiento del Gobierno de España, más aún, dijo, sabiendo las consecuencias de la ley del ‘sólo sí es sí’, que destacó ha ocasionado que “decenas y decenas” de agresores sexuales, e incluso violadores, “vean rebajadas sus penas y algunos de ellos estén saliendo de la prisión antes de lo previsto”. Por ello, reiteró que desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez no tienen ninguna autoridad para dar lecciones en materia de protección a las mujeres.
Además, el presidente de la Junta cargó contra el “ejercicio de soberbia” del Gobierno por no rectificar pese a la “alarma social” y la “profunda injusticia” que supone no tendrán respuesta “con más de lo mismo” en Castilla y León. “No vamos a hacer a las mujeres rehenes de este debate entre esos planteamientos, entre esa utilización partidista”, dijo.
Finalmente, Fernández Mañueco pidió al Gobierno que deje de hacer política con lo que “no se ha hecho, ni hará por parte de la Junta”, y que centren en mejorar esa “chapuza” de ley, ya que aseguró que las mujeres sí necesitan eso y que “nadie las utilice para hacer política”.
Tudanca
El secretario general del Partido Socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, aseguró que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, no aplicará las medidas antiaborto anunciadas por Vox debido a la contundente presión social que han recibido, “a la rebelión de las mujeres” y al requerimiento que el Gobierno realizó en la tarde de ayer a la Consejería de Sanidad.
En una entrevista concedida esta tarde a la cadena Ser, Tudanca calificó de “esperpento” el cruce de declaraciones entre Mañueco y el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, y aseguró que estas medidas forman parte del pacto de gobierno entre PP y Vox.
Tudanca también acusó al presidente de la Junta de “volver a mentir”, al no reconocer esta mañana que Junta ya ha recibido el requerimiento del Gobierno, aseguró que Mañueco había dado por bueno un protocolo que se anunció después de un Consejo de Gobierno, y que también fue respaldado inmediatamente tanto por el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, como por el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez. “Mañueco está intentado sacar la pata que ha metido y acabar con el circo que ha montado”, afirmó.
A su vez, en el supuesto caso de que las medidas se aplicaran, Tudanca fue tajante y aseguró que habría que acudir a los tribunales, ya que suponen un “atentado” contra la ley que regula el aborto y contra un derecho de las mujeres que “se ha tardado mucho años en conseguir”.
Además, Tudanca aseveró que el “daño ya está hecho”, ya que las mujeres que en este momento estén pensando en tomar una decisión tan dura como es abortar no saben a qué atenerse con este “circo de declaraciones y con estas seudoamenazas de la extrema derecha”.
El líder de los socialistas castellanos y leoneses, además de recordar que ya ha solicitado la comparecencia de Mañueco en las Cortes para dar explicaciones, aseguró que el presidente Mañueco está poniendo en riesgo el libre ejercicio de las competencias autonómicas, al entregar a Vox las competencias de la Consejería de Sanidad y “mercadear con los derechos de las mujeres” a la extrema derecha.
En la entrevista también recalcó que en esta materia las tesis de Mañueco y de Vox coinciden, ya que este protocolo formaba parte del acuerdo de investidura que le hizo presidente y “por el que tenía que negociar con los derechos de las mujeres y negar la violencia de género”. “La rectificación de hoy no la hace por convicción, la hace obligado por el requerimiento del Gobierno y por la respuesta social”, aseguró.
Al mismo tiempo, Tudanca advirtió que esta situación está haciendo mucho daño a la imagen de Castilla y León y no descartó que la intención final sea un adelanto electoral, “ya que tanto el PP como Vox siempre están haciendo cálculos partidistas electorales”.