Puro teatro, que cantaba La Lupe. Eso es lo que buscan Jean Patrick Valcourt y José Pedro de Oliveira, los impulsores de la nueva escuela de artes escénicas y laboratorio de teatro La Cueva en la Gran Vía 75.
Jean Patrick Valcourt, nacido en Vitoria, confiesa que hace tiempo que vino a Salamanca con la idea de crear una escuela pero por varios motivos no la pudo formar. “Pensé en todas las personas y estudiantes de fuera que había en esta ciudad», explica.
Valcourt quería encontrar la manera de que estas personas, que aparentemente está de paso, «se llevara un pedacito de vuelta. Hay personas que viene de otros sitios y yo también aprendo de otras culturas. Como José Pedro de Oliveira, mi socio, que viene de Francia y trae una cultura que yo no tengo y que también me interesa aprender”, puntualiza.
El teatro unió a Jean Patrick Valcourt y José Pedro de Oliveira en Salamanca. Los dos estaban haciendo teatro en la ciudad y comenzaron a preparar una obra juntos y a trabajar en ella. «Tiempo después decidimos montar esta escuela”, explica el co-director.
El nombre de ‘La Cueva’ no solo hace referencia a la famosa Cueva de Salamanca. Valcourt comenta que el simple local en el que han abierto la escuela da esa sensación de cueva. Además, a nivel metafórico en una cueva es donde nace la magia, el fuego, el canto y el teatro. «El teatro, muchas veces, es el inicio y en las cuevas es donde empezaron muchas cosas”, matiza.
De cara a las clases, se centraran en formar a los interesados tanto a nivel actoral como a nivel dramatúrgico. Jean Patrick Valcourt señala que lo han planteado así para que, por un lado los que quieran aprender a actuar y a crecer como actores y actrices puedan hacerlo. «Por otra parte, está la escritura para que los que quieran aprender a crear obras de teatro, puedan hacerlo. Por último, los curso para aprender a dirigir”.
En relación a la división de las clases, las de escritura dramática van a ser un día a la semana y el curso de formación actoral tres por semana que se separaran en interpretación, expresión corporal y técnica vocal, con horarios bastante flexibles.
A escena
La escuela impartirá clases para todas las edades. Jean Patrick Valcourt comenta que “de hecho para los niños hay un curso de iniciación al teatro y de juegos dramáticos”.
Valcourt afirma que todo el que tenga ganas puede hacer teatro, solo tiene que querer. No requiere de ninguna cualidad especial. “Hay personas con ciertas facilidades para ciertas cosas pero uno tiene que comprometerse con lo que quiere hacer y ahí es donde se empieza a crecer”.
En la misma línea, José Pedro de Oliveira explica que hay muchos actores que son tímidos, que tienen pánico escénico, pero que en escena tienen el privilegio de ser ellos. «De hecho, uno de nuestros lemas es ‘Atrévete a ser’ porque es lo que nosotros queremos, que las personas sea”.
El teatro está más de moda que nunca. Así lo afirman desde La Cueva. «Son buenos tiempos, porque después de la pandemia, necesitamos contacto, grupos humanos y compartir emociones”.
Hoy en día, hay muchas personas que no pueden expresarse, que no pueden ser ellos. El teatro no es disfrazarse o ponerse caretas, «es desnudarse, es ser y te ayuda a afrontar muchas situaciones«, explican los directores de La Cueva.
Ponen como ejemplo, los niños que están madurando, creciendo y aprendiendo. Van a descubrir un mundo a nivel emocional que les va a acompañar toda la vida. «Es algo que no se enseña en muchos sitios. También estamos todos llenos de juicios y de miedos. El teatro te ayuda, no necesariamente, a librarte de ellos sino a utilizarlos, porque son herramientas que si están ahí es por algo, pero tienes que poder usarlas”, explica Jean Patrick Valcourt.
El teatro además te ayuda a ponerte en la situación de otras personas. Valcourt señala que “nos ayuda a empatizar. Para crear un personaje tú tienes que entender porque ese personaje hace lo que hace. Tienes que ser sincero con uno mismo para poder hacer teatro y siendo sinceros con nosotros mismos, podemos entender realmente a las personas”, matiza.
Por último, Jean Patrick Valcourt confiesa que aunque no conoce del todo la ciudad “hay varios teatros y escuelas de teatro, también las calles en las que podemos actuar y varias manos que se pueden unir y dar para colaborar y hacer teatro”.