La Sección de Ecografía y la Sección de Medicina Perinatal, ambas de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), pidieron este lunes el máximo respeto a la legislación vigente con la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo ante la polémica sobre la posible aplicación de un nuevo procedimiento de atención médica en los casos de aborto en la Junta de Castilla y León.
Servimedia / Ical.- Ante la posible indicación por parte de la Junta de Castilla y León de que la mujer se realice una ecografía 3D antes de abortar, los ginecólogos recordaron la necesidad de hacer un uso prudente del Doppler durante el primer trimestre de la gestación por los potenciales efectos térmicos y mecánicos indeseables sobre el embrión.
Por ello, hicieron hincapié en el derecho de la mujer a acogerse a la actual normativa donde están regulados todos los requerimientos para la interrupción voluntaria del embarazo. Del mismo modo, recordaron que las ecografías, tanto 3D como 4D, no forman parte de la sistemática asistencial ni puede encontrarse ninguna recomendación para su práctica rutinaria, ni en protocolos-guías nacionales ni internacionales.
De hecho, explicaron que el uso de ultrasonidos convencionales (ecografía modo B y modo M) se considera seguro durante el embarazo. En fase embrionaria (hasta la 16 semana) se recomienda que la evaluación ecográfica del latido sea preferiblemente de manera visual.
La Guía de Práctica Clínica de SEGO sobre la Gestación precoz, del año 2021, recomendó que “la evaluación con Doppler solo debe ser realizada en el primer trimestre en aquellos casos en los que haya una indicación clínica específica” y “en la gestación temprana…. se recomienda utilizar preferiblemente el modo-M para determinar la frecuencia cardiaca embrionaria”.
Los médicos
Por su parte, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) recordó este lunes que los protocolos clínicos los elaboran ellos y no los políticos, tras las últimas noticias sobre las medidas antiaborto propuestas ayer por la Junta de Castilla y León.
Según fuentes del Cgcom, “la relación médico paciente es de íntima confidencialidad y el único objetivo del acto médico es el bienestar físico y psíquico del paciente, y cada paciente es único”.
Además, desde esta organización aseguraron que “en ningún caso y de ninguna manera se puede obligar a nadie a una prueba diagnóstica o terapéutica que no desee”, tal y como se establece en la Ley de autonomía del paciente.