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Así es la vida de Dani Alves en prisión

Ha rechazado tener tele en su celda y ejerce como monitor de fútbol
Dani Alves (@danialves)

Después de varias semanas en prisión por la supuesta violación a una joven en una discoteca de Barcelona, se van conociendo aspectos del día a día de Dani Alves en el centro penitenciario. Tal y como ha indicado el programa ‘En boca de todos’, el futbolista ejerce como monitor de fútbol y ha rechazado tener televisión en su celda. 

Tras su arresto y su ingreso en la cárcel de Brians 2 de Barcelona, Dani Alves se ha convertido en un preso más del centro. Este viernes, el programa ‘En boca de todos’ ha desvelado cómo es el día a día del futbolista. Alves se encuentra en el módulo 13 de la prisión, destinado a acusados de agresión sexual, en el que hay unos 80 presos.

Dicho módulo posee, entre otras instalaciones, polideportivo cubierto, teatro y gimnasio. Además, el futbolista dedica los días a jugar al parchís o hacer deporte, entre las 8:00 y las 22:00 que dura la jornada. También ejerce como monitor de fútbol.

Por otro lado, en lo referente a la celda, la de Dani Alves mide seis metros cuadrados y cuenta con ducha propia. Si bien, no dispone de televisor, tal y como ha solicitado el propio futbolista para no recibir noticias del exterior. Este habitáculo lo comparte con un portugués que fue guardaespaldas (hay quien dice que de Ronaldinho), llamado Coutinho.

La víctima

En el citado programa ha participado Rosa Villacastín, quien ha asegurado que lo referente a Alves “la verdad es que no me importa mucho”. “Me importa mucho más la víctima”, ha zanjado. “Hay un punto en el que me gustaría insistir. Que a la víctima no la hayan grabado las cámaras y alguien venda esas imágenes”, ha añadido.

Por su parte, Nacho Abad ha explicado que “si (Dani Alves) sale (de la cárcel, la víctima se va a encerrar en su casa, como decía su abogada”. Ante ese hipotético escenario, “esta joven va a tener miedo y se va a quedar encerrada”, ha apuntado.

Si bien, ha matizado que, en ese caso, Alves tendría que “firmar en el juzgado todos los días”, y se le impondría “una pulsera telemática, una orden de alejamiento de la víctima de más de 500 metros de su casa y del lugar de su trabajo”.

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