El día 18 de Julio de 1936 Salamanca veraneaba tranquila aunque por la noche empezaron a llegar las noticias del golpe de estado de los militares africanistas. Reunidos el alcalde, el gobernador y el comandante Militar, máximo responsable del ejército en la ciudad acordaron permanecer fieles a la República pero el regimiento de infantería La Victoria, y el regimiento de caballería Calatrava, cuyos jefes formaban parte de la conspiración militar decidieron sumarse a los golpistas.
Día 19 de Julio de 1936, muchos salmantinos se concentran en la Plaza Mayor expectantes ante el golpe militar. Por la calle Toro, un escuadrón de caballería y otro de infantería acceden a la Plaza. Entre los salmantinos no se sabía quién estaba a favor y quien en contra de los sublevados o los alzados, poco después, un capitán a caballo lee el bando de la declaración de «estado de guerra» y termina con un «viva España».
En ese momento, un grupo de jóvenes de las juventudes marxistas gritan «viva la República» al tiempo que un disparo procedente del interior de los soportales hirió al cabo Julián Riaño Álvarez.
Al momento, los militares abrieron fuego contra la muchedumbre resultando muertos cinco hombres y una niña en el acto y otros seis días más tardes en distintos hospitales. La Cruz Roja se encargó de los heridos.
El día 21 de Julio, fueron detenidos entre otros el alcalde Casto Prieto y el diputado José Andrés y Manso y siete días más tarde fusilados en el Monte de la Orbada cuando eran trasladados desde la prisión. En los días siguientes los sublevados buscaron casa por casa a los jóvenes de la JSU y se sabe que tres fueron fusilados y de otros dos no se volvió a saber de ellos nunca más.
Se dice que el plomo incrustado en el granito de la parte inferior pegando al arco de la Calle del Prior forma parte de aquella negra historia de Salamanca y sirve para recordar y homenajear a las personas que cayeron en tal desigual confrontación:
Heliodoro Benito López, albañil de 25 años; Modesto Varas Gabriel, industrial de 51 años; Abel Sánchez Delgado, médico de 24 años; Francisco Coca y Coca, industrial de 58 años y Celestina Sierra Polo, de 14 años, murieron en la Plaza aquel 19 de julio. En los días siguientes fallecieron en los hospitales a consecuencia de las heridas: Andrés Lorenzo Candelario de 43 años; Luciano Sánchez Mateos de 25 años; Tomás de las Heras Martín de 27 años; Alejandra Mediero Medina de 23 años; Feliciano Pérez Diéguez de 22 años y Serapio Escribano Pérez de 45.
Nota: Si alguien desea ampliar el conocimiento, quizás lo mejor es leer a historiadores de la Universidad de Salamanca o en la prensa local.
Por. José Luis Salamanca
1 comentario en «El tiro en la Plaza Mayor de Salamanca: ¡Nunca más!»
¿Dónde está exactamente?