El Ayuntamiento de Béjar ha puesto en marcha la campaña ‘La calle no es un cenicero’, con el objetivo de concienciar a la población sobre el perjuicio para la salud y el medio ambiente de tirar los filtros de los cigarros a la calle.
Desde la concejalía de Medio Ambiente y en colaboración con la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Béjar, se pone en marcha la campaña ‘La calle no es un cenicero’ como acción para informar sobre los graves impactos medioambientales y en la salud que provocan las colillas.
Esta campaña «quiere evitar que las colillas se tiren en el espacio público, ya que una colilla de cigarro tarda en degradarse entre 6 meses y 10 años, animando a la ciudadanía a tirar las colillas a las papeleras y con la entrega de 1.000 ceniceros portátiles, que se entregarán a través de diferentes asociaciones».
Las colillas, al ser pisadas, liberan en la atmósfera parte de las sustancias tóxicas junto con la contaminación de agua, el peligro para la fauna, ya que suelen confundirlas con comida y el riesgo de incendios. Además, de los numerosos perjuicios a la salud.
Las colillas están hechas de acetato de celulosa, en esencia una forma de plástico, que resulta muy perjudicial para el medio ambiente, porque los filtros tardan en descomponerse y, cuando lo hacen, liberan las sustancias contaminantes que han absorbido del humo: nicotina, arsénico, plomo… “Con el pequeño gesto de no tirar la colilla en la calle protegemos nuestro medio ambiente y tendremos una ciudad más limpia”, concluyen.
1 comentario en «Béjar sin colillas»
Muy loable. Que tengan éxito las bejaranas y bejaranos y que en la gran Capital le sigamos los pasos.