Ni la UDS fue capaz de congregar a más de 10.000 salmantinos en el Helmántico cuando aspiraba a subir a Primera División en la etapa de Braulio y Vela. Este domingo, que luchaba contra un equipo de barrio de Barcelona, Sant Andreu, el Salamanca CF UDS recibió en el cogote el aliento de la hinchada en las gradas del mítico estadio salmantino para tratar de ayudarle a encontrar el camino para abandonar el proletariado del fútbol español.
Una afición que estaba muy cabreada, debido a las condiciones del terreno de juego. Prácticamente intransitable desde que descargó la tormenta de agua y granizo cuando se llevaban disputados 30 minutos de juego y el marcador estaba en 0-1.
Durante el descanso, que se alargó casi una hora, se achicó el agua, aunque el sumidero no tragaba con la suficiente fuerza.
Eso sí, no se puede negar que en Salamanca hay ganas de fútbol y de buscar emociones que desde hace años se le niegan a los aficionados al fútbol charro, y que hoy por hoy solo se creían al alcance de Unionistas, que llegó a enfrentarse al Madrid en la Copa del Rey, jugando en la Pistas.
Sin embargo, fue el Guijuelo el último que llenó el estadio hasta reventar, en su cruce de Copa contra el Atlético de Madrid.
Este domingo, sin tanto glamour, las gradas del Helmántico eran una fiesta en busca de la celebración de un ascenso, una reacción popular extraordinaria aunque el premio fuera un paso muy corto en la travesía del desierto que le ha tocado vivir al nuevo Salamanca. A final, ni eso.
Galería de fotos del partido, aquí
Se echaba en falta esa adrenalina que corre en estas circunstancias y que los salmantinos no experimentan en carne propia, conformándose con ver por la televisión su efecto en otros congéneres.
Lo peor es que el efecto de la adrenalina no tarda en pasar y luego llegan el bajón y la resignación. La realidad, la rutina de las gradas frías y el fútbol aficionado, a pesar de que lo celebremos como si fuera un evento fundamental. Y todo sigue como estaba.
Hay mucha nostalgia de la UDS que solo se canaliza en el Helmántico.