Unos 150 funcionarios públicos de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca reclamaron este martes a los ganaderos salmantinos que vayan a protestar “de forma pacífica” a los despachos políticos, donde se halla, según manifestaron, “la causa de los males” del sector en la provincia charra.
J.M.A. / ICAL. Las empleados públicos, tras tributar sendos aplausos a vigilantes y agentes de policía por su labor en defensa de su integridad, rechazaron las actuaciones violentas llevadas a cabo la pasada semana en el mismo lugar por “un grupo de incontrolados que se han arrogado la representación de los ganaderos salmantinos”, como así les definió la presidenta de la Junta de Personal, Marta Toledo, durante la lectura, megáfono en mano, de un comunicado firmado por las organizaciones sindicales Uscal, CGT, CSIF, UGT, CCOO y Sepe.
La Junta de Personal quiso dejar patente que “la presión” a la que, desde su punto de vista, se están viendo sometidos los trabajadores de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural es “intolerable” y apuntaron que “no puede ser aceptada por una sociedad “que se considera civilizada”.
“Los responsables de la insostenible situación que sufren nuestros ganaderos no son los funcionarios, que únicamente cumplen con su deber, son los responsables políticos que elaboran las normas y que, a la vista de la situación generada, no son capaces de gestionar el problema de la tuberculosis bovina ni tampoco lo son de proteger a sus empleados, que es su deber, añadió Toledo.
Según la portavoz, por tanto, la “causa de los males” de la ganadería salmantina ha de buscarse “en los despachos políticos” de las diferentes administraciones, nacional, autonómica y europea, y no en los de los técnicos y funcionarios que “únicamente cumplen con su obligación”.
Por ello, la Junta de Personal insistió a las organizaciones agrarias que dirijan sus “legítimas demandas de negociación” y sus protestas,” de forma pacífica”, hacia los responsables políticos y, en ningún caso efectúen señalamientos o acoso a trabajadores públicos”, concluyó ante el aplauso de los presentes.