Las rupturas matrimoniales en la Comunidad se redujeron el pasado año un 5,95 por ciento, al pasar de las 3.494 de 2021 a las 3.286 del pasado año.
Este descenso es ligeramente inferior al 6,66 por ciento del conjunto de España, hasta las 84.551, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogido por Ical.
Castilla y León repitió en 2022 como la autonomía con la tasa de demandas de disolución matrimonial por cada 1.000 habitantes más baja de España, con 1,38. La media nacional se situó en 1,78 y la ciudad autónoma de Ceuta (2,6) registró la mayor, seguida de la Comunidad Valenciana (1,98) y Canarias (1,96).
En concreto, en Castilla y León se contabilizaron 3.153 divorcios, frente a los 3.351 del ejercicio 2019 (-5,9 por ciento), mientras que las separaciones ascendieron a 133, ocho menos que en 2021. Además, no registró ninguna nulidad.
Por provincias, las disoluciones matrimoniales crecieron en Zamora un 12,97 por ciento, al pasar de 185 a 209 el pasado año, seguida por Burgos, con un 11,19 por ciento, al pasar de 411 a 457, seguida por Soria, con un 2,7 por ciento más hasta las 114 y Segovia, con un 2,6 por ciento más, hasta las 197. Por el contrario descendieron un once por ciento en Ávila, hasta las 178; un 12,21 por ciento en León, hasta las 690; un 15,58 por ciento en Palencia, hasta las 168; un 13,07 por ciento en Salamanca, hasta las 459, y un 7,71 por ciento en Valladolid, hasta las 814.
A nivel nacional, se produjeron 81.302 divorcios, 3.210 separaciones y 39 nulidades. Los divorcios representaron el 96,2 por ciento del total, las separaciones el 3,8 por ciento y las nulidades menos del 0,1 por ciento. En 2022 hubo 1.749 divorcios entre personas del mismo sexo (el 2,2 por ciento del total). De ellos, 927 fueron de hombres y 822 de mujeres. Además, hubo 78 separaciones (2,4 por ciento del total).
El 80 por ciento de los divorcios en 2022 fueron de mutuo acuerdo y el 20 por ciento, contenciosos. El 61,2 por ciento lo fueron por sentencia (un 63,8 por ciento el año anterior), el 25,9 por ciento por decreto (25,2 por ciento) y el 12,9 por ciento por escritura pública (once por ciento).
Los matrimonios disueltos por divorcio tuvieron una duración media de 16,5 años, similar a la del año anterior. El 32,4 por ciento de los divorcios se produjeron después de 20 años de matrimonio o más, y el 20,7 por ciento, entre cinco y nueve años, el 16,9 por ciento entre diez y 14 años; el 15,6 por ciento entre 15 y 19 años; el 11,9 por ciento entre dos y cuatro años y el 2,5 por ciento en menos de dos años.
Finalmente, el mayor número de divorcios entre cónyuges de diferente sexo tuvo lugar en la franja de edad entre 40 y 49 años, tanto en hombres como en mujeres. La edad media de las mujeres en los procedimientos de divorcio fue de 45,9 años. En los hombres fue de 48,4 años.
