Este verano ha sido el tercero más caluroso desde 1913

Salamanca espera un otoño más lluvioso y templado de lo habitual
Un ciudadano fotografía el calor en la calle Toro, este jueves.

Este verano ha sido el tercero más caído en Castilla y León desde 1913 y Salamanca ha sido la provincia que menos ha sufrido ese recalentamiento en la Comunidad, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que prevé un otoño más cálido y lluvioso de lo habitual.

Aunque la próxima semana asistiremos a un aumento de las temperaturas, será pasajero y con la llegada de la nueva estación habrá entre un 40% o 50% más de probabilidades de que el otoño sea más lluvioso de lo normal y entre un 20% y un 405 de posibilidades de que caiga menos agua de los habitual en esta época en todo el país, según las previsiones de la Aemet.

Unas predicciones que llegan después de que la Comunidad haya sufrido el tercer verano más cálido, junto al de 2017, desde 1913, fecha a partir de la cual se dispone de más de diez estaciones disponibles para tener registros. Solo los veranos de 2022 y 2003 han sido veranos más cálidos. Además, de los diez veranos más cálidos, ocho de ellos han tenido lugar en los últimos 15 años.

Estos son solo algunos de los datos del resumen meteorológico del verano en la Comunidad, ofreció hoy lunes en Ávila por la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y el delegado territorial de Aemet en Castilla y León, Manuel Mora, quien en base a estos datos llamó a hacer una reflexión “sobre la realidad del cambio climático” por las temperaturas y porque “cada vez llueve de forma más intensa y en menos tiempo”.

Barcones habló de un “verano muy cálido y húmedo”, en la línea de lo que puede deparar este otoño, no en vano la predicción apunta a un último trimestre “cálido y húmedo”. Tras agradecer y poner en valor la labor de la Aemet, un trabajo “que cada vez es más necesario”, señaló que el verano que finaliza esta semana se posiciona como el tercero más cálido junto al año 2017. Desde el punto de vista pluviométrico destacó la gran diferencia entre la precipitación registrada en el mes de junio, con superávit del 121 por ciento, y la correspondiente a los meses de julio y agosto, ambos con déficit de precipitación, del 70 y 83 por ciento respectivamente, tomando como referencia el periodo 1991-2020.

En cuanto a temperaturas señaló que las medias registradas en el trimestre junio-agosto estuvieron por encima de lo que es habitual, en concreto 1,2 grados centígrados, siendo un verano muy cálido en la mayor parte de la Comunidad y extremadamente cálido en zonas muy localizadas de la mitad oeste de la Comunidad. A lo largo del trimestre hubo 40 días en el que los termómetros superaron o igualaron los 30 grados centígrados, mientras que el año pasado habían sido 53 y en el promedio entre 1991-2020, 34 días.

En cuanto a valores registrados, la temperatura más alta registrada en Castilla y León fue de 44,1 grados el día 23 de agosto, en plena ola de calor, en Miranda de Ebro (Burgos); mientras que la mínima más baja se dio a Cuéllar (Segovia) con un valor de 1,5 grados el día 28 de agosto. Este verano hubo récords de precipitaciones y de ausencia de ellas. De esta manera, Zamora registró el 9 de junio precipitaciones con una intensidad de hasta 85,2 litros por metro cuadrado en una hora, mientras que en julio no llovió.

Sobre los datos de pluviometría, subrayó que a nivel global el balance es de periodo húmedo en la mayor parte de la Comunidad y que la precipitación media, teniendo en cuenta todas las estaciones, fue de 87,4 litros por metros cuadrado, produciéndose un superávit en torno al 16%. La mayor parte de las estaciones registraron valores comprendidos entre 61,7 y 116,2 litros metros cuadrado, dijo.

Durante la presentación del balance, Virginia Barcones hizo referencia al informe sobre el estado del clima en España 2022 elaborado por Aemet, el cual “confirma la tendencia del aumento paulatino de las temperaturas como consecuencia del cambio climático”. Además, destacó la ayuda de los colaboradores de la Aemet y puso en valor el trabajo de la Agencia, al estar “inmersos en un momento de cambio climático que, quizás, esté detrás de algunos de los fenómenos meteorológicos explosivos que experimentamos y que, sin duda, hace plantearnos si el tiempo se ha vuelto loco”, remarcó.

En este punto explicó que los certeros avisos emitidos dentro del plan Meteoalerta, que es el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos, resultan fundamentales para la protección de vidas y bienes y animó los ciudadanos de Castilla y León a estar atentos a esos avisos en tanto que pueden ser claves “para salvaguardar bienes y la propia vida”.

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