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Atención a las falsas señales y otras posibles trampas de los mercados…

Una mano con billetes de euro. Imagen. Unsplash.

Durante meses, los mercados financieros se han negado a aceptar el cambio de paradigma que supone el proceso de normalización monetaria, que los bancos centrales se han visto obligados a llevar a cabo de manera intensa y acelerada desde el año pasado.

Y hablamos de ‘normalización’ porque las políticas monetarias aplicadas desde la crisis financiera global de 2007-2008 no eran normales: tipos de interés nulos o incluso negativos eran una aberración financiera imposible de sostener a largo plazo.

Los mercados confiaban en que las tasas de inflación se redujeran rápidamente y en que los bancos centrales retornaran a sus políticas de tipos de interés mínimos. Pero, como nos temíamos, esas expectativas de los mercados se están viendo defraudadas con el paso de los meses, y los bancos centrales continúan insistiendo en que los tipos de interés se mantendrán en niveles elevados por más tiempo.

Las primeras reuniones de las autoridades monetarias internacionales tras el paréntesis veraniego han venido a abundar en esta realidad, y la confianza de los mercados en un rápido retorno de los tipos de interés reducidos se está desvaneciendo. Este progresivo despertar a esta nueva realidad ha cursado en las últimas jornadas con retrocesos ya significativos en las cotizaciones tanto de las bolsas como de la renta fija.

Pero los mercados acostumbran a moverse en ondas, y tras las caídas continuadas que han sufrido en los últimos días, los índices bursátiles principales vuelven a encontrarse en zonas relevantes desde las que podría prosperar un rebote de corto plazo. De producirse, no sería un rebote para comprar. Pensamos que su recorrido sería limitado tanto en magnitud como en el tiempo. La dinámica cíclica del mercado continúa siendo bajista por el momento.

Por tanto, si en estas próximas sesiones se produjera dicho rebote de corto plazo, en vez de comprar, habría que aprovechar para vender cuando el impulso alcista de dicho rebote diera muestras de agotamiento. En ese momento, el binomio de rentabilidad esperada y riesgo sería óptimo para alinearse con la tendencia cíclica bajista del mercado. Hasta entonces, seguimos por ahora enfrentándonos a unos mercados desordenados, dentro de rangos, y plagados de trampas tanto para alcistas como para bajistas (con posibles rebotes fallidos y/o rupturas en falso).

Dicho esto, también pensamos que los mercados no tardarán ya mucho en romper y salirse de forma definitiva de esos rangos, definiendo tendencias de mayor recorrido y, por tanto, aprovechables.

Por. Félix González
Socio Director General
Capitalia Familiar EAF

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