Cuentan los libros sagrados que tras el Diluvio Universal, los herederos de Noé que sobrevivieron quisieron hacer una torre tan alta que nunca más un diluvio los ahogara en la tierra y pudieran tocar el cielo con sus manos. Pero Dios quiso castigar la soberbia humana y confundió sus lenguas para que no pudieran cooperar, y así dejaron la Torre a medio terminar.
Algunos historiadores afirman que dicha Torre existió y estaría ahora en Irak y sus ruinas corresponderían al templo Etemenanki.
También hay una nueva versión que afirma que dios o los dioses, viendo que los hombres provenían de muchos lugares y no se entendían, apostaron a que la inteligencia humana, de la que habían sido especialmente dotados haría que todos se entendieran aún hablando diferentes lenguas. Si lo consiguen, terminarán la Torre más alta del Planeta, evitarán las riadas y se salvarán de otro Diluvio Universal y juntos subirán al Cielo.
Pues bien, esa nueva ciudad pudiera ser Salamanca, que desde sus inicios apostó por el entendimiento y así, esta primera torre de la Helmántica en el actual Cerro de San Vicente bien pudo construirse por vacceos, humanos recolectores del castro medinense y vettones, humanos cazadores venidos del Sur y del Oeste, ambos grupos no tenían inicialmente los mismos lenguajes pero se entendieron para crear una Ciudad.
Más adelante, la Salamanca Clásica apostó por el Colegio Trilingüe que junto con la escuela de traductores de Toledo, en el se enseñaban las lenguas más extendidas en Occidente, a saberes, el latín, el griego y el hebreo.
Continuando la historia de Salamanca y su Universidad y llegado el siglo XX, en tiempos de la dictadura estuvieron prohibidas las enseñanzas de las lenguas españolas pero en Salamanca contraviniendo al dictador se enseñaron y se siguen enseñando el gallego, el catalán y el vascuence…Euskera en el idioma de los vascos, que aquí sólo hablamos español y de milagro.
Ya en democracia, la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca es una de las de más prestigio de España y se siguen enseñando las lenguas oficiales de la península Ibérica además de otras muchas internacionales, destacando también estudios de diferentes lenguas árabes.
Eso sí, ninguna Comunidad Autónoma española con lengua propia además del español, que lo es de todos y no sólo de los castellanos, han puesto ni un euro para financiarlas demostrando que existe una real apropiación de lenguas por parte de humanos egoístas que no desean colaborar para que no se termine esta gran Torre de convivencia llamada España y que Santa Teresa llamaba las españas españas todas dando idea de su gran diversidad cultural.
Ahora que, por fin, en el Parlamento nacional se puede utilizar cualquier lengua oficial, como ya se hacía en el Senado, quizás ese Parlamento y ese Senado debieran hacer un merecido homenaje al gran rector Antonio Tovar, el impulsor de la enseñanza de todas las lenguas prohibidas durante el franquismo.
¿Saben ustedes que la primera cátedra de Euskera fue la de la Universidad de Salamanca y su primer catedrático Koldo Michelena?
Salamanca, nueva Babelia para que la ignorancia sea suplida a través de la enseñanza y la inteligencia y así todos podamos colaborar en terminar la nueva España de libertad, solidaridad y diversidad.
¿Qué tal un nuevo Campus Humanístico para dar cabida a todas las lenguas del mundo en la actual fábrica de Mirat y Polígono del Tormes?
Por. José Luis Salamanca.
