A Marta Corrionero, maestra de Ganesha Salamanca, la escuela de yoga que abrió hace cinco años, se le escapa una sonrisa nerviosa y satisfactoria al recordarle que lleva un lustro ofreciendo bienestar a su alumnado.
“Son cinco años de gratitud. Para mí es un logro llegar a estos cinco años, de tener una raíz más firme y estable. Feliz, contenta y todo se lo debo a los alumnos, a las alumnas, al equipo, a los compañeros, a la familia,…”, se emociona Marta Corrionero.
Su escuela de yoga se está nutriendo de maestros que ha formado.
Sí. ¡Me chifla! La formación de profesores es una maravilla, un disfrute para ellos, que reciben la formación, y para nosotros que se la damos. Es un avance. Además, estoy viendo que, como dice el refrán, el alumno supera al maestro. En este caso es cierto. Se están convirtiendo en mejores maestros, que sus maestros. (Risas) Es una gran satisfacción ver crecer así a los ‘polluelos’, en el sentido más cariñoso de la palabra.
¿En estos años ha visto que ha crecido la necesidad de practicar yoga?
Afortunadamente, se sigue queriendo conocer esta práctica milenaria. Eso es fantástico. Siempre se están acercando personas a la práctica de yoga y de meditación. Creo que seguimos en una forma de expansión, que la gente quiere estar bien.
¿Qué brinda este curso Ganesha Salamanca a las personas que llamen a su puerta?
Entre las novedades que tenemos este curso, están las clases individuales de yoga, que está funcionando muy bien. Tenemos yoga suave, también un vinyosa flow, que es un hatha yoga clásico de toda la vida, pero con más fluidez, con mi forma de practicar. Además, estamos pensando en hacer cinco días de meditación, será en octubre de 9.30 a 10.00 horas. Empezando desde las bases de la meditación. Cinco días.
¿Nervios por el nuevo curso?
(Risas) Estoy contenta y con mucha energía. Septiembre y octubre es como si acabaran de sonar las campanadas. Es un año nuevo.
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