Durante las tres semanas anteriores hemos abordado en esta columna algunos aspectos relacionados con el coste de los medicamentos y su impacto en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Esta y la próxima semana abordamos aspectos necesarios para regular la actividad de la industria farmacéutica, permitir el acceso a los medicamentos a quienes los necesitan y mantener la viabilidad de los sistemas sanitarios.
Afrontar el reto del acceso efectivo a los medicamentos para toda la población requiere enfrentar de manera clara las condiciones del mercado farmacéutico, abordando una serie de cuestiones capitales relativas al desarrollo de los medicamentos y la construcción de sus precios. Estos elementos no pretenden ser una lista exhaustiva, pero si básica para centrar la regulación del mercado y garantizar la supervivencia de un SNS lastrado por el gasto en fármacos.
Primer aspecto: Regulación.
La industria farmacéutica no es una industria más que se deba regir exclusivamente por la obtención del máximo beneficio económico ya que tiene un papel vital en la promoción y mantenimiento de la salud de la población.
La ONU que en la Séptima Conferencia celebrada en 2015 abordó el Conjunto de Principios y Normas Equitativos Convenidos Multilateralmente para el Control de las Prácticas Comerciales Restrictivas, señaló que “La política de competencia pretende lograr que los mercados beneficien a los consumidores mediante sus elementos básicos: la aplicación de la normativa y la promoción. Sin embargo, para mejorar el acceso a los productos, las medidas de lucha contra las prácticas contrarias a la libre competencia en el sector farmacéutico pueden resultar menos apropiadas que otros tipos de medidas”. Por lo tanto, teóricamente, limitar la libre competencia de las empresas mediante un marco regulatorio de carácter global debería resultar beneficioso para los consumidores. En román paladino: las leyes del mercado no garantizan el acceso universal.
Esta regulación debería impedir que la industria farmacéutica se convierta en un producto financiero más al servicio de las grandes corporaciones financieras internacionales. Experiencias sobre el establecimiento de precios del medicamento en función del PIB (Producto Interior Bruto), alertan de la necesidad de establecer mecanismos de seguridad que permitan garantizar que el fin de esta industria, –producir medicamentos para curar enfermedades– se cumple por encima de las expectativas de negocio que se puedan generar.
Segundo aspecto: Transparencia
Es preciso aplicar la transparencia a los resultados clínicos de las investigaciones y a los costes de la investigación que se incorporan a la fijación del precio de un fármaco.
En relación con los resultados clínicos de la investigación el 7 de mayo 2021 se publicó una declaración conjunta de la Coalición Internacional de Organismos de Reglamentación Farmacéutica (ICMRA, por sus siglas en inglés) y la OMS que pide a la industria farmacéutica que permita el acceso a los datos clínicos correspondientes a todos los medicamentos y vacunas, tanto si son productos autorizados como si se emplean solamente en situaciones de emergencia o se ha denegado su autorización. Los informes de los ensayos clínicos, por motivos de interés imperioso para la salud pública, se deben publicar sin que se oculte información confidencial y una vez comercializado un fármaco se deben continuar investigando los resultados en salud que aporta.
En relación con el segundo aspecto, los costes de investigación, recientemente se ha publicado un artículo en la prestigiosa revista médica The Lancet que indicaba “que los medicamentos oncológicos eran de promedio tres veces mas caros en comparación con los medicamentos no oncológicos, en los tres países estudiados”. Es fácil presumir que lo mismo sucede con otros medicamentos y en mayor medida cuanto más necesarios sean.
El coste de la investigación es utilizado por la industria para inflar artificialmente los precios de los medicamentos. Este marco regulatorio debería incluir la transparencia en los costos reales de la investigación clínica que van a ser trasladados posteriormente al precio final del medicamento, especialmente cuando una parte importante de esta investigación es financiada con fondos públicos directa o indirectamente. La utilización de recursos públicos para la investigación privada por parte de las farmacéuticas debe ser incorporada a la cadena de valor para posteriormente ser revertida a la sociedad en forma de precios más bajos.
(continuará la próxima semana).