El sol y el bochorno hacen que las visitas se resistan hasta bien entrada la tarde, uno de los hosteleros del casco antiguo de la ciudad afirmaba este jueves, primer día del puente de El Pilar, que la poca afluencia cambiaría a las horas de la comida, en su establecimiento ya había confirmadas hasta 40 reservas.
Por. Lucía Almaraz
Muchos de los viandantes eran extranjeros que caminaban cerca de la catedral en visitas guiadas. Mientras, otros turistas iban cogiendo hueco en las terrazas. “Visitaremos la zona centro y haremos alguna guiada con unos amigos, hemos venido muchas veces, nuestros hijos estudiaron aquí…”, explica Jesús María Rodríguez acompañado de su mujer, que venían desde Segovia a pasar el día.
“Comparado con Segovia es más barato, más asequible. Absolutamente todo está mejor, desde las tiendas, el ambiente, la limpieza que tiene, el orden… Me da muchísima envidia, ojalá Segovia tuviera esto. Hay mucho jardín, zonas verdes muy chulas, las fiestas son espectaculares, tiene todos los rinconcitos aprovechados. Todo esto nos ha llamado mucho la atención”, añade la pareja segoviana.
El puente de El Pilar congrega en Salamanca turistas españoles y también del otro lado del Atlántico. Así, Salomé Gutiérrez llegada de Nicaragua asegura que Salamanca le ha despertado curiosidad. “Pienso venir más veces, hoy visitaré el centro, la catedral, probar la gastronomía… Es muy tranquilo, no hay barullo de las grandes ciudades, eso me gusta”. Salomé ha venido sola, pero se hizo amiga de una zamorana en el tren, que le ayudará a conocer Salamanca.
También pasa el día Mario Vasqueda, que viene para ver a sus amigos. Sergio y Javier y Marcos vienen de Madrid. Van a aprovechar sus días en Salamanca para “salir de fiesta y probar, pese al festivo, el jueves universitario”.
Otros grupos de turistas se animan a ampliar su visita hasta el fin de semana, como Antonio García, junto con su mujer, que también vienen desde la capital. “Venimos hasta el sábado, veremos el casco histórico y al volver tenemos pensado ir por algún pueblo de la sierra”.
Por su parte, José Luis Llorente, de Guadalajara, viene dos días con su familia. “Hemos venido a un concierto de música clásica y aprovechamos para ver la catedral, la Casa Lis… Me encanta la catedral vieja. Ha sido una vista rápida, hay tantas cosas bellas que resulta difícil criticarla, salvo por los precios que están muy ajustados».
El grupo de amigas de Ana María López vienen desde Vitoria para disfrutar de tres días de fiesta en la capital charra. “Hoy hemos estado en la Casa Lis, ayer callejeamos, buscamos la típica rana (risas)… La arquitectura, todo el centro es peatonal y está súper tranquilo… Hemos venido a estar juntas, pero volveremos y quizá visitaremos algún pueblo. Echamos en falta el café a las doce de la noche (risas), y alguna fuente más. Si vas a la Plaza ya se sabe que va a ser más caro, pero todo lo demás está bastante bien”, cuentan.
De esta forma, Salamanca vuelve a ser un referente turístico, y esta festividad nacional aprovecha para mover el turismo interior. La ciudad dorada por excelencia cautiva a todos aquellos que caminan por sus calles afirmando todos ellos que volverán, “por supuesto, Salamanca es espectacular”.
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