La privilegiada mente de Fernando Gallego

Evelio Teijón, ingeniero y profesor de la Usal, recibe un premio por la ponencia: 'Fondeando en Fernando Gallego: del olvido al Patrimonio Universal'
Evelio Teijón, ingeniero y profesor de la Usal.

Evelio Teijón trae a Fernando Gallego a la actualidad. Los dos son ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Ambos salmantinos. Evelio Teijón se emociona al hablar de Fernando Gallego, un hombre adelantado a su tiempo, un ingenio prodigioso, un piloto y abogado con una vida laboral que lo llevó a recorrer el mundo y a trabajar a la vez para la URSS y para Estados Unidos en plena Guerra Fría. Esto, para abrir boca.
¿Se podría unir el calificativo de increíble al nombre de Fernando Gallego?
Por supuesto. Vida singular y aventurera es lo que mejor le define.

¿Un tipo extraordinario?
Es un adelantado a su tiempo, con una clara visión humanística, al margen de su faceta de ingeniero, su componente viajera,… ¿Qué hacía este señor dando tres vueltas al mundo? ¿Qué hacía en el Polo Norte y en la Antártida? ¿Por qué apareció por la costa de los Esqueletos? Organiza un Arca de Noé para hacer un rescate en lo que sería la actual Botsuana. Es un hombre con un fondo personal increíble.

¿Todos los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos tienen esta vía aventurera?
(Risas) Lo que sí somos es gente viajera. Nadie es profeta en su tierra y tengo muchos compañeros que están haciendo proyectos fuera de España. Somos un sector al que animo a los futuros universitarios, porque tendrán una vida llena de satisfacciones personales, en sentido de dar servicio público, de crear infraestructuras para el desarrollo de los países. La componente humanitaria y de servicio público de nuestros estudios, ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y la Ingeniería Civil, que se puede estudiar en la Universidad de Salamanca, por supuesto que lo tienen.

Quizá lo más llamativo fue el túnel con el que uniría España y África, en su faceta de ingeniero y el ‘Aerogenio’, en su profesión de aviador. ¿Se cae en el estereotipo si solo nos fijamos en estas dos originalidades?
Tiene mucho más. Fernando Gallego diseñó la presa de Asuán, que generó el canal de Suez, que es un hito de la ingeniería moderna.

¿Por qué se le conoce tan poco?
Le hicieron la vida imposible. Se fue hastiado de no obtener ningún reconocimiento, como era, por ejemplo, el reto de unir dos continentes, Europa y África, con el túnel del Estrecho de Gibraltar a 800 metros de profundidad, en una zona donde hay una gran actividad tectónica, donde está la placa africana con la euroasiática. Hay una gran inestabilidad, es una zona sísmica, fijaros en el terremoto de Marruecos de hace unas semanas, ir atravesando fallas,… Era una obra faraónica y desproporcionada hace cien años. Tendríamos que ver cómo se desarrollaría hoy en día.
Pues bien, tenemos un señor de Villoria que creó hace más de 100 años una solución para resolver todo esto. Totalmente independiente de estos problemas, un túnel sumergido, fondeado, flotante, que las cargas de tráfico ayudan a su flotabilidad. Diseña una doble vía de ferrocarril, una autovía,… ¿Qué hubiera supuesto esto en nuestras colonias, en el desarrollo de África y en el orden mundial?

Evelio, soñemos ¿Qué hubiera supuesto?
Europa y África unidas hace 100 años. Habría supuesto que miles y miles de vidas humanas no se hubieran perdido. Los desequilibrios que tenemos, no creo que hubieran sido los mismos. Él pensó ya en que iba a haber una afluencia de vehículos y que iba a haber un desarrollo en el Magreb, porque iban a acceder a Europa a través de este túnel.

En ese momento Fernando Gallego no estaba pensando en la migración africana, porque o eran colonias o acaban de serlo.
Él estaba pensando en la conectividad, en el equilibrio territorial, en el desarrollo,…

Fernando Gallego sentado en el centro, por ser el número 1 de su promoción, junto a los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de su promovión.

Derivado de sus estudios. ¿Dónde se ha podido llegar gracias a sus investigaciones?
Alfonso XIII lo apoya, pero sus proyectos caen en el hastío. Acompaña al Rey en sus viajes por Las Hurdes y autoriza su anteproyecto del túnel. Él era un funcionario del Ministerio, pero con los debacles históricos que vienen después, Guerra Civil y dictadura, queda marcado. Pide la excedencia de su puesto en León, se va a Villoria y se pone a hacer Aerogenios y todos le son saboteados.

¿En serio?
Sí. Lo mejor es que todos sus planos de Aerogenios son exitosos. No tenía dinero, por lo que todo lo hacía con sus propias manos y la ayuda de los paisanos de Villoria. Allí levantando aviones, no existía Matacán. Un avión lo tiene que quemar para que no se lo copien; otro acuden todas las autoridades militares y le impiden el permiso de vuelo un día antes; se va a Madrid pilotando con otro avión, llega a capital, pero no le dan las autorizaciones,… A raíz de eso, se aprovechan para su expulsión. Fernando Gallego tiene que ganarse la vida y es cuando empieza su éxodo y trabaja simultáneamente para la URSS y Estados Unidos.

Inaudito. Lo apartan durante el Franquismo de España y se lo rifan los dos bloques en plena Guerra Fría. ¿Las ingenierías tienen ideologías políticas?
Es un absoluto ejemplo de que la ingeniería está por encima. La planificación de infraestructuras, la integración, la territorialidad,… están por encima de fronteras políticas.

¿Qué hizo este vecino de Villoria en la Segunda Guerra Mundial?
¿Te refieres al desembarco de Normandía?

Eso es.
Es asombroso. Ofreció a los ingenieros americanos el sistema de plataformas sumergidas flotantes, de gravedad invertida y seis meses después de presentarlo, utilizan este sistema en el desembarco de Normandía. Cuando se publica cómo habían sido las infraestructuras militares del Ejército Aliado, son una copia absoluta de los planos de Fernando Gallego.

¿Se lo reconocieron?
Dirige a De Gaulle, Churchill y Truman cartas pidiéndoles, no el reconocimiento de sus patentes, que ahí estaban. Lo que ocurre es que De Gaulle, muere rápidamente; Churchill y su flema británica, y Truman, sin llegar a escribirle nada, en 1947 llega un Buick por la frontera francesa destinado a don Fernando Gallego.

¡Un coche!
Sí. Lo llega a tener él, no se lo dejan matricular, y acaba siendo el coche oficial de un alto cargo político franquista. Es una historia increíble. Me siento privilegiado por poder conocer a este hombre. El premio que me han dado, lo ha recibido Fernando Gallego Herrera.

Fernando Gallego Herrera.

¿Cómo llegó usted a Fernando Gallego?
Hubo un grupo de familiares villorejos, que empezaron a comentar anécdotas en este sentido: ‘Mi padre, que trabajaba haciendo carreteras en Suiza, dice que todos los puentes que veía allí, hubo una persona en su pueblo que hacía lo mismo; otro decía, pues mi padre hablaba de un vecino que hacía aviones. Un avión de despegue vertical, que funcionaba’. Llegaron a la conclusión de que podía ser la misma persona. Personas de Villoria vinieron a consultar a la Universidad de Salamanca y los derivaron a mí.

¿Qué pensó?
Me lo tomé con calma, pero fueron apareciendo cartas y documentos.

¿Qué decían esas cartas?
Él en sus cartas decía que no pedía ningún componente económico, pedía para su nación, porque necesitamos salir adelante, que se nos reconozca. Es de una gran humanidad todo lo que hace. (Se emociona)

Esos paisanos hablaban de puentes.
Fernando Gallego logra construir un puente y hace una prueba de carga colocando a 15 hombres en las secciones claves. Este puente lo hace en 1928. Lo que cuenta el camionero de Suiza es verdad, tiene la misma tipología del que hizo Fernando Gallego.

¿De qué vive si dejó de trabajar para el Ministerio?
De sus inventos. Los viajes no son gratis. De todo el dinero que sacó de la patente de este puente y otros proyectos. En concreto, el puente que ideó optimiza los puentes de la época. Sus puentes ahorran la décima parte del presupuesto de los puentes que se hacían.

¿Por qué?
Porque tiene tal dominio de la ingeniería estructural, que hace unos arcos que son funiculares, lo hace parabólico, con hormigón armado, no se conocían los cables que hay ahora. Es una absoluta maravilla.

Hablaba seis idiomas, era piloto y estudió Derecho, quizá para conocer las leyes y saber hasta dónde podía llegar.
No lo sé, pero tener un conocimiento de las leyes de patentes nacionales e internacionales le vendría bien. Las patentes se le perdían, porque no tenían mantenimiento. Su vida era muy azarosa. Derecho es una carrera complementaria con la ingeniería, porque nosotros trabajamos con la Administración Pública. No está mal elegida la carrera.

El aerogenio de Fernando Gallego.

Su firma se puede ver en proyectos de Estados Unidos, Japón, Filipinas, India, Siria, Turquía, Gran Bretaña, Italia y Egipto. ¿Después de 1941 dónde se la puede ver en España?
(Silencio) Tengo conocimiento de que él vuelve por sus últimos años a Logroño. Antes de esa fecha, participa en Barcelona donde trabajó como director de la línea de metro hacia la población de Sarriá, la actual Línea 6 del Metro de Barcelona. También en la construcción de la estación de Francia con el arquitecto Pedro Muguruza, inaugurada en 1929. En Tudela, tiene un edificio que le hizo a su familia, donde dejó su huella en 1940. Este edificio, con los años, lo va a reformar Rafael Moneo. Ir descubriendo todo esto, hace que te quedes estupefacto.

Quizá su genialidad fue un hándicap.
No. Muere en 1973 en Logroño, un año antes lo readmiten en el Colegio de Ingenieros y reconocen que no había ningún problema con él, pero tenía 71 años, con esa edad es ya difícil trabajar.

Usted imparte clase en ingeniería. ¿Cómo ven los alumnos de Fernando Gallego?
Actualmente, tenemos un alumno del Bachillerato de la Investigación y la Excelencia de Ávila que se ha interesado muchísimo. En León y Zamora va a haber ponencias…

León, Zamora y Salamanca unidas por Fernando Gallego.
Sí. Curioso. Lo que tengo claro es que es uno de los reyes de la ingeniería y su carácter, la humildad que demuestra en todas sus obras es increíble. Cuentan que se ponía el mono y era uno más. Nadie sabía quién era el ingeniero. Despertó envidias. Parece mentira, le hicieron la vida imposible y tuvo que marcharse. Debemos andar sobrados de genios en esta tierra y, sobre todo, ingenieros de Caminos. Otra cosa es que hablemos de médicos, abogados,… pero en tecnología, no. Estoy maravillado de que haya caído en mis manos.

Quizá porque al ser ingeniero, conoce la dificultad de su oficio.
Sí. Al terminar la ponencia, se me acercaron muchos compañeros que desconocían la historia de Fernando Gallego, del desembarco de Normandía, del túnel submarino, de los aviones…. Fue la última ponencia y causó sensación por el personaje. Conseguí el galardón. Estoy absolutamente apabullado.

¿Era creyente?
Era masón. Lo tenía todo para ser querido. ¡Pobre hombre! (Carcajada) No debía de ser muy de derechas. Lo apresan en Barcelona, logra escaparse y está cuatro meses escondido en un pajar. En ese momento, consigue un visado gracias a sus amigos los ingenieros americanos. Era un ingeniero, por lo que no se posicionó, pero habló bien de la República, masón,… La vida, no nos engañemos, son amistades.

*** Fotografías cedidas por: Alfredo Moralejo y José Carlos González. 

3 comentarios en «La privilegiada mente de Fernando Gallego»

  1. Le conocí siendo niño; estuvo de vacaciones en el antiguo hotel Cristi de candelario y ejerció en mi una gran atracción (además tenía un mono titi que en aquellos años 60 y en un pueblo era algo extraordinario) mantuve correspondencia con el , bueno fue él quien la mantuvo conmigo, pues me mandaba cartas con sellos conmemorativos desde distintas partes del mundo sobre todo de Suramérica , le gustaba hablar y a mí escucharle y verle hacer dibujos en su carpeta de cintas rojas, recuerdo como me contaba que salvaban serpientes antes de inundar la presa de Asuan . Un saludo y gracias por recordar a este gran hombre

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