[dropcap]N[/dropcap]os acercamos a un nuevo año y como es preceptivo en ésta época se están debatiendo los nuevos Presupuestos Generales del Estado y de las comunidades autónomas para el 2015 cuando aún no se ha hecho un verdadero esfuerzo por saber el grado de cumplimiento de los anteriores. La mayoría de ciudadanos vemos los debates de los Presupuestos Generales farragosos y poco transparentes. El Gobierno Central los explica con exceso optimismo, fijando unas previsiones económicas del 2% frente a la Comisión Europea que baja estas previsiones al 1,7%, así como el Banco de España y la mayoría de expertos económicos. Los partidos de la oposición rechazan estos presupuestos, no les gustan y lo ven como un fracaso. Los empresarios, insuficientes y los sindicatos denuncian que propician un sector público más pequeño, con menos capacidad de intervención en la economía y peores servicios públicos, y no les falta razón.
[pull_quote_right]Los Presupuestos de Castilla y León van en la misma línea que los del Estado, consolidando recortes en las partidas más importantes que afectan a los ciudadanos [/pull_quote_right]Pero de una lectura rápida los ciudadanos podemos sacar varias conclusiones. Las partidas para el desempleo caen un 15%, cuando tenemos más de 3 millones de desempleados sin ningún tipo de ayuda mientras se da más dinero a las agencias de empleo en detrimento de los servicios públicos de empleo. Se congela, de nuevo, el salario del conjunto de trabajadores y de los empleados públicos, disminuyendo aún más las plantillas, pero sorprendentemente el capítulo de “Altos cargos”, en los que se encuentran también asesores y puestos de confianza se incrementa un 3,2%. La sanidad sigue con los mismos recortes que el año pasado. En la educación se congela el dinero para becas generales y Erasmus. La educación compensatoria pierde más del 80% de sus fondos y se eliminan los apoyos a estudiantes desfavorecidos. La política de pensiones establece una subida mínima de 0,25% a la persona y contemplan la congelación de todas las partidas en materia de servicios sociales y atención a la dependencia a pesar de haber sufrido fuertes recortes en anteriores años. Recortes y más recortes, sobre todo para las personas más necesitadas.
Ante nuestra ignorancia y como “el papel lo admite todo”, los Presupuestos de Castilla y León van en la misma línea que los del Estado, consolidando recortes en las partidas más importantes que afectan a los ciudadanos y, como entramos en año electoral, hay que prometer grandes infraestructuras, aun a sabiendas de que no se van a realizar. Los ciudadanos estamos cansados, agotados de tantas mentiras y promesas que hacen cada cuatro años, pero ¿a quién quieren engañar con estos presupuestos? Siguen sin rectificar y sin entender la realidad de los ciudadanos. Los presupuestos van en la misma línea que los anteriores, incrementando la pobreza, el paro y la desigualdad. Una decepción más.
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