Fibromialgia

[dropcap]F[/dropcap]IBROMIALGIA! Palabra terrible, que encubre dolor con poca comprensión de muchos galenos, pero que sirve –así lo he visto—para templar el alma de las mujeres que lo padecen.
¡SÍ! ¡TEMPLARLA! Porque las considero más mujeres, por la fuerza que tienen en su lucha diaria, por su deseo de estar más guapas, por sus noches en vela. ¡AUTÉNTICAS HEROINAS!

¿Queréis ser más guapas? ¡Pero si lo sois sin acicalaros!

Tú, que la tuviste como compañera inseparable, me enseñaste muchas cosas sobre la fuerza que hay que tener para aguantar los palos que te da la vida. ¡Siempre con la sonrisa en los labios!

¡Mujer, luchadora incansable! ¡Procura no ponerte tan guapa, que nos haces difícil el no enamorarse de ti!

Pero… ¡no penséis mal! Porque… ¿qué es el AMOR?

AMOR es aquello que te hace estar a gusto con otra u otras personas. AMOR es aquello que sientes cuando no estás con esa o esas personas. El AMOR es eterno. No es lo que dicen, o se ve, en las cardiorrevistas. AMOR es lo que sientes por tu enfermo, cada día más necesitado de ti y de lo que le das y te da. Es lo que no se pregona, es lo que se ofrece sin pedir nada a cambio.

Dentro de lo que es al AMOR hay muchas variedades. ¿Cuál es más intenso? Si hacemos caso a los poetas, ya sabemos qué nos dirán: el que se da entre hombre y mujer.

Pero todos sabemos que hay otro mayor: el de la MADRE. Alguien puede decir que también lo tienen todos los mamíferos, las aves y hasta los reptiles. Acordaos de la delicadeza con la que la madre crocodiliana mete en su espantosa boca a sus cocodrilitos recién salidos del cascarón, para llevarlos hasta el agua, y como los cuida para protegerlos de los depredadores.

Pero no hay que confundir el AMOR con ese instinto de perpetuación de la especie, como también lo es la atracción entre macho y hembra. También los tiene la MUJER, pero ella tiene además algo que no tienen los irracionales: los SENTIMIENTOS.

Los SENTIMIENTOS, ¿los produce alguna reacción química? ¡NO y mil veces NO! El AMOR es algo maravilloso, que nos HACE HUMANOS. ¡Yo afirmo rotundamente que es la característica de nuestra especie, que debería llamarse Homo amantis y no sapiens!

Y esos sentimientos que nos caracterizan ¿se borran al morir, como si nuestra alma fuese un vulgar ordenador? Creo firmemente que NO.

¿Cómo será la otra orilla, a la que todos hemos de ir? Me imagino acompañado por todos los que amé, amó y amaré, de una forma u otra, durante mi vida corporal, compartiendo mis alegrías y mis dolores.

Y yo ¿a quién acompañaré? Seguro que a todas las almas que me amaron, me aman y me amarán.

¡QUE ASÍ SEA!