El secretario Regional del PSOE hace un repaso a la corrupción, a su partido y a las necesidades de Castilla y León
Luis, ¿en Castilla y León estamos resignado o simplemente nos hemos acomodado?
Quién está resignado en Castilla y León es el Gobierno de la Comunidad que lleva 28 años siendo incapaz de solucionar los problemas que tenemos, que siguen siendo, en algunos casos, los mismo de hace 28 años, e intentando convencer a los ciudadanos de que esos problemas son inevitables y no lo son. Otra Castilla y León es posible con otro Gobierno.
¿Cuál es el potencial de Castilla y León?
Tenemos mucho, desde el patrimonio natural, histórico hasta las energías renovables. Tenemos la generación mejor formada de la historia de Castilla y León que se tiene que marchar lamentablemente. Si somos capaces de aprovechar todo ese potencial, Castilla y León puede crecer.
¿Cómo se retiene a los jóvenes?
Con un nuevo modelo de desarrollo, con una mayor vinculación de nuestro sistema educativo, de nuestras universidades con el sistema productivo. Apostando por sectores como las energías renovables, potenciando los parques tecnológicos, haciendo un nuevo modelo fiscal y de infraestructuras. Cambiando de arriba a abajo esta Comunidad.
¿Se podría llegar a acuerdos con las universidades?
Sin duda. No sólo con las universidades, también con el tejido industrial, educativo y productivo. Todo tiene que estar en sintonía, pero para ello, hay que tener un Gobierno que tenga rumbo y horizonte, que tenga un modelo de Comunidad, que piense en el futuro, no sólo en cómo sostener el poder.

Ahora, la Universidad de Salamanca no está entra las 500 mejores del mundo y la facultad de Medicina que era un buque insignia, no se encuentra entre las 20 mejores de España. ¿Qué hay que hacer en la Universidad de Salamanca para asentarse como referente?
Lo que tenemos que tener es un Gobierno que no prime a las universidades privadas frente a las públicas, que no recorte la financiación de las universidades públicas, entre ellas la de Salamanca, que no recorte en el I+D+i, que ha alcanzado hasta el 50% en esta legislatura. Lo que hay que hacer es vincular las universidades al tejido productivo, porque se retroalimentan. Es una ventaja competitiva de la que no podemos prescindir, pero tiene que ver con una apuesta política. O apuestas por las universidades públicas y les das suficiente financiación y les permites tener suficiente profesorado y les das dinero para I+D+i o las universidades, como pasa en tantas cosas en esta Comunidad, se desangran.
¿Por qué cree que no ha ganado el PSOE en casi 30 años?
Indudablemente es fruto de que hemos sido incapaces de trasladar ese mensaje de que las personas vieran que apostábamos por esta Comunidad y por liderarla. También tendrá que ver con el poder mediático e histórico que ha tenido el Partido Popular. Pero, tengo que recordar que el PP obtuvo el poder en esta Comunidad con una actuación torticera, cargándose a un presidente que demostró su honradez, que fue Demetrio Madrid, aprovecharon esa oportunidad, jugaron deslealmente y a partir de ahí, se instalaron en el poder.
Demetrio Madrid dimitió por una presunta corrupción. ¿Qué habría que hacer con los corruptos?
Demetrio fue ejemplar, porque luego demostró que no había sido corrupto. Tenemos que aprender de ese ejemplo y desde luego, ser implacables, sobre todo con los nuestros que tiene que tener un comportamiento ético y honrado. La política se puede y debe hacer de otra manera. Ahora, estamos una generación de líderes del Partido Socialista que hemos aprendido y hemos respondido con más Democracia a la crisis de la Democracia y con más transparencia a la crisis de corrupción que asola la política.
Señor Tudanca, ¿todos tenemos un precio?
No.
Cuidado con esa respuesta…
No. Es lo que pretenden trasladar algunos. Los políticos son un reflejo de la sociedad y en la sociedad española lo que prima es la honradez, la solidaridad, las personas que quieren hacer algo por sus vecin@s, los menos son los corruptos, los que tienen un precio. Lo que ocurre es que en política hemos visto demasiadas cosas que son vergonzantes.
¿Esta crisis es económica o de valores?
Es una crisis económica, social y política. No creo que la sociedad española haya perdido sus valores. Probablemente, algunos dirigentes que o los perdieron o nunca los tuvieron, pero no es un problema de valores, es un problema de falta de rumbo o de habernos desviado. Esto, unido a una crisis económica, ha derivado en una crisis política e institucional. Estamos en un momento en el que necesitamos cambiar muchas cosas sabiendo de dónde venimos y todo lo que ha avanzado este país en los últimos 35 años. Creo que hacen un flaco favor a la Democracia y a los ciudadanos y desde luego, muestran una falta de respeto a todos los que lucharon durante mucho tiempo para llegar donde hemos llegado, quienes dicen que no vale nada de lo que tenemos. Hay muchas cosas, muy positivas en este país que hay que seguir sosteniendo y hay otras, que necesitan mejorar y que tenemos que cambiar.
En los siglos XVI y XVII, con una crisis tan brutal como la de ahora, surgió el Siglo de Oro, los nobles potenciaban el arte. Ahora el dinero se va a paraísos fiscales. ¿Qué debemos hacer por los artistas?
El mundo de la cultura y de la creación es el corazón de una sociedad. Es su memoria. Además, es una fuente de riqueza. Nuestros artistas están siendo castigados. Vivimos en un país donde no se premia la creación, la cultura,… pero más allá de lo que significa, como esencia de una sociedad, es que es antieconómico. Si promueves la cultura creas puestos de trabajo y riqueza. En Castilla y León tenemos movimientos culturales que están acogotados porque no se les da nada, por no hablar de la subida del IVA.
Si yo le digo: ‘Todos los políticos son iguales’. ¿Qué se le remueve por dentro?
(Suspiro) En primer lugar, me produce mucha tristeza. Es cierto que la política ha dado muchos casos poco edificantes. Por otro lado, hay un discurso interesado que quiere acabar con la política y la política es la única manera de darle voz a los que no tienen poder económico, mediático, factico,… Por eso, me parece tan importante reivindicar la vigencia y la necesidad de la política. Lo que hay que hacer es buena política.
Hoy en día es muy difícil encontrar a personas que crean en los políticos. ¿Cómo cambia ese discurso?
Afortunadamente, hay muchas personas que creen en el Partido Socialista y están volviendo a creer, porque han visto que hemos rectificado, aprendido de los errores y hemos cambiado. Hemos modernizado el funcionamiento. Tenemos que volver a construir un proyecto colectivo y que el PSOE vuelva a ser lo que ha sido siempre, el partido de izquierdas transformador e ilusionante que cambiaba y protegía a los trabajadores-as. Eso es lo que está consiguiendo Pedro (Sánchez) y en todos los niveles en el Partido Socialista.
En los partidos políticos de nueva cuña Ganemos y Podemos están ilusionando. ¿Se había perdido la ilusión en el PSOE?
Sí, se había perdido la ilusión en la política, habíamos perdido credibilidad. Hemos cometido errores y en todo caso, nos pasó lo peor que le puede pasar a un partido como el Socialista, que siempre ha obtenido una confianza mayoritaria por parte de los ciudadanos, porque éramos los que sabíamos lo que estaba pasando en la calle, conocíamos las necesidades de las personas y conectábamos con las raíces de la sociedad. Cuando dejamos de palpar esto, no es que ellos se alejaran del Partido Socialista, es que nosotros nos alejamos. Una parte de la sociedad dejó de ilusionarse con nosotros. El mérito de estos partidos es que han sabido conectar con las necesidades de la población. Lo que creo es que no tienen es soluciones y eso es lo que tiene que aportar el Partido Socialista para recuperar la credibilidad y la ilusión tenemos que dar soluciones.
¿Dónde entrarían las personas mayores en el discurso socialista, teniendo en cuanta que Castilla y León es una región longeva?
Lo que tenemos que hacer es cambiar esa tendencia. No podemos seguir desangrándonos. Es verdad que cada vez vamos a tener una población más envejecida y mayor. Lo que hay que hacer es sostener los servicios públicos, porque eso garantiza que tengan mejor calidad de vida. En segundo lugar, aunque se escapa de este ámbito, es proteger el sistema de pensiones para garantizar que tienen una dignidad. Y, en tercer lugar, rehabilitar y reconstruir nuestro sistema de la dependencia que tiene dos ventajas: una que protege a las personas mayores en situación de dependencia y segundo, es un nicho imprescindible para la creación de empleo en una Comunidad como la nuestra, porque crea empleo de calidad y permite sostener los servicios sociales y que además, garantiza un calidad de vida a las personas mayores.
¿Cree que Juan Vicente Herrera repetirá?
Me da igual. Yo sí que creo que a Herrera le obligaron a presentarse en la última legislatura y eso se ha notado, porque hemos tenido un Gobierno autonómico dirigido por una persona desganada, que no quería. No se puede ser presidente de una Comunidad sin ganas, sin fuerza, sin ilusión y sin ambición. El proyecto político del Partido Popular será el mismo, no me gusta, y ha sido muy perjudicial para esta Comunidad. A mí me preocupan las ideas y el programa del Partido Popular, no quién lo dirija, si es más o menos simpático. Además, ningún militante del PSOE va a poder votar a quién sea su candidato, por lo que no vamos a tener ninguna capacidad de decisión.
¿Qué le parece que Alfonso Fernández Mañueco se postule para ser alcalde de Salamanca?
Era uno de los nombres que se barajaba para la Comunidad hasta que su propio partido hizo una vendetta interna filtrando papeles y secretos inconfesables de su propio partido. A mí me parece que en cualquier país decente, quién era secretario Provincial y ahora, número dos a nivel regional y presidente de la Comisión de Garantías que ve como se publica un documento, cuya veracidad ellos mismos han reconocido, que afirma que supuestamente el Partido Popular recibió donaciones ilegales para una campaña electoral, lo que debía de estar es en su casa. Eso es lo que pasaría en cualquier país decente. No debería plantearse ni ser alcalde de Salamanca, ni presidente de su asociación de vecinos.
Estamos a final del año. ¿Qué le pide al 2015?
Más allá de los objetivos del Partido Socialista, es que acabe mejor de lo que empieza. Que se acabe con el sufrimiento de las personas. No podemos olvidar que llevamos cinco o seis años de una crisis durísima y al final, las instituciones siguen funcionando, pero las personas continúan sufriendo. A mí me gustaría que pasara lo que pasara en las elecciones de mayo y de noviembre, el año acabara con menos sufrimiento para la sociedad.




















