Popeyes abre local en Salamanca

Popeyes, una de las mayores cadenas de restauración organizada especializada en pollo, continúa su expansión por el territorio español con la apertura de su primer restaurante en Salamanca capital. De esta manera, se convierte en el segundo local de la compañía en la provincia salmantina.

El establecimiento, está situado en la Avenida de Los Cipreses, dentro del centro comercial Los Cipreses, y es el segundo local en la provincia de Salamanca y el sexto de toda Castilla y León. El otro está junto al E.Leclerc. Con esta apertura, la marca amplía su presencia en la región en el marco del plan estratégico de la compañía, centrado en la expansión, la digitalización y el desarrollo de iniciativas sostenibles. Así, la cadena habrá generado más de 60 nuevos puestos de trabajo en la provincia, alcanzando los más de 180 puestos creados en la comunidad castellanoleonesa.

Desde que Popeyes aterrizó en nuestro país a finales de 2019, en apenas 4 años ha inaugurado más de 100 establecimientos a lo largo de toda la geografía española, un desarrollo que ha sido posible gracias a la buena acogida que ha tenido su conocido pollo marinado que ya ha conquistado a más de 20 millones de personas en España.

“En Popeyes teníamos muchas ganas de llegar a Salamanca capital, una ciudad sin duda cargada de ambiente, alegría y buena gastronomía. Al igual que la cocina salmantina, en Popeyes trabajamos con materias primas de alta calidad y origen local, poniendo mucho mimo en la elaboración para conseguir ese sabor único que tanto nos caracteriza”, ha explicado Yvette Altet, directora de marketing de Popeyes en España y Portugal.

La compañía continúa así su expansión por el país, con un compromiso total por el desarrollo local y el abastecimiento responsable y es que Popeyes trabaja con ingredientes de origen 100% nacional y emplea pollo fresco de calidad.

La apuesta de la marca por Castilla y León comenzó desde su llegada a nuestro país, no solo a través de la creación de empleo con sus aperturas, sino también a través de sus proveedores. Y es que la mayor parte del pollo fresco que se sirve diariamente en los restaurantes procede de un proveedor local que cuenta con granjas ubicadas en esta comunidad. Este tipo de colaboración es un signo más del compromiso de Popeyes por ofrecer el mejor producto de origen local, que además cuenta con el distintivo ‘Tierra de sabor‘, un signo de garantía para productos agroalimentarios de calidad diferenciada.

El restaurante contará con zona de refill de bebidas, WiFi, servicio take away, sistema de autopedido, zona infantil y servicio a domicilio a través de su plataforma de reparto propia, que estará disponible próximamente.

Una plataforma de reparto propia que es clave para la marca de cara a garantizar la máxima calidad del producto y mantener el control de todo el proceso, desde la elaboración hasta la entrega. Popeyes es el responsable del reparto de todos los pedidos que se realizan, ya sea a través de la app propia o de las de los distintos agregadores con los que trabaja.

Calidad

La cadena especializada en pollo, fundada en Nueva Orleans (EEUU) en 1972, cuenta con más de 50 años de experiencia en el sector y más de 4.000 restaurantes en más de 25 países. Popeyes es una de las compañías del sector QSR mejor valoradas a nivel mundial y la marca especializada en pollo número uno en EEUU. La sabrosa comida de Popeyes se inspira en sus raíces, con sabores típicos de Louisiana, donde se cocina respetando la riqueza y mezcla de sabores herencia de su historia multicultural.

La calidad es un valor fundamental en Popeyes y engloba desde las materias primas a la elección de proveedores y por supuesto, al proceso de elaboración y la trazabilidad de toda la cadena de suministro. De este modo, la compañía apuesta por un nuevo concepto de comida rápida y cocinado lento. El pollo Popeyes es fresco, 100% español, proviene de granjas ubicadas en Castilla y León, Navarra y Cataluña, y se marina durante 12 horas en una mezcla de especias cajún. Los chefs de la marca rebozan cada pieza a mano en el restaurante para mantener los estándares más altos de calidad y ofrecer el mejor producto al consumidor: crujiente por fuera y jugoso por dentro.