Hace frío este domingo, pero las calles céntricas de Salamanca bullen de clientes en busca de la prenda ojeada para ver si está a un precio razonable y se incorpora a las perchas o cajones del armario.
Cientos de personas aprovecharon este primer día de rebajas para ampliar su ropero y también para cambiar alguna de las prendas que vinieron en las alforjas de los Reyes Magos y que o bien la talla, el color o la hechura no eran las más acertadas.
Los escaparates lucen cartelones con descuentos muy llamativos.